En conmemoración del Día del Administrador de Empresas, Luis Alfredo Novoa, director del programa, reflexiona en torno al liderazgo en las organizaciones.
Las recientes investigaciones sobre las cualidades del líder de Anne-Laure Donati Boncori, profesora e investigadora parisiense de estrategia e innovación, y su equipo de investigación en INSEEC, una reconocida escuela de negocios y ciencias políticas, recomiendan, tanto a jóvenes investigadores como a gestores empresariales, retomar el discurso sobre el liderazgo y repasar las enseñanzas de Maquiavelo.
Tras leerlas, he querido transmitir en este 4 de noviembre, Día del Administrador de Empresas, algunas reflexiones que son todavía válidas para nuestra profesión y para el carácter general del líder.
Maquiavelo quiso dejar tres lecciones para decidir en un mundo incierto y complejo como lo vemos hoy:
- Su preocupación por los hombres antes que las cosas
- La estabilidad de las organizaciones
- Cómo hacer perdurar el poder
Así, Maquiavelo propone y resalta algunas características que todo líder debe poseer:
- La disciplina militar: el arte de dirigir y de liderar hombres. Dicha disciplina está en la base de la estrategia de las empresas y de las naciones. Para ello, Maquiavelo recomendaba crear una milicia para Florencia, una armada “real” que defendiera la ciudad. Los hombres deberán tener esa disciplina al interior de las organizaciones.
- La virtud, la capacidad de tomar cualquier oportunidad e imponer los cambios que permitan fundar un nuevo orden. Admiraba a esos jóvenes, que eran capaces de darle la vuelta a las situaciones.
- El pragmatismo, ocuparse de lo que es efectivo y eficiente, juzgando todas las acciones por los resultados y buscando en todo momento lo pragmático. Todo debe ser organizado para que sea eficaz. Crítica que se le hizo años después a Maquiavelo sobre un discurso en el que fomentaba que “todos los medios son buenos si se obtienen los resultados”.
- El líder debe hacer prueba de discernimiento, siendo visionario. Se destaca ese líder que funda la nación o la organización. Prueba de esto es Steve Jobs, quien crea la dinámica fundadora y deja otro tipo de líder-sucesor.
- La gestión de la imagen y de la reputación, fundamentales por la estabilidad de la empresa y de la nación. El líder debe aprender a manejar la imagen, las apariencias, jugando con la reputación y manejando la imagen personal para alcanzar sus objetivos y su posición. Así las cosas, el líder es entonces responsable de ser temido, despreciado, o amado. Un príncipe prudente depende de él y de su acción y no de lo que los demás quieran imponer.
- Para Maquiavelo, hay que estar solo para formar una república o para reformarla totalmente. Él distingue a ese líder fundador que es capaz de ser visionario y que crea las cosas o “la materia”, como un creador de la materia social. Se requiere, para Maquiavelo, un líder fundador visionario a quien le importe la eficacia y que sea práctico. Uno podría relacionarlo a la figura de Romulus, fundador y primer rey de Roma.
- Luego viene para él ese estratega-gobernante, que tiene la misión de que el pueblo interprete sus acciones. Es un ser que juega un rol en la escena. Maquiavelo pide a este dar ejemplo, ejemplo para ser temido o amado. Que este príncipe sea un gran artista, que no sea tan abordable ni tan fácilmente leído.
La obra de Maquiavelo es un tratado a la acción con consejos para: el príncipe, el político, el gestor o el líder. Basado en la virtud y en esa capacidad de detectar en el caos oportunidades del momento histórico “el tempo”, de tomar la ventaja con coraje y de actuar con ímpetu la acción de cambio.
Son los líderes los que tienen esa capacidad a ver la oportunidad y aprovecharla.
El discurso de Maquiavelo es, como lo menciona Foucault, un discurso de sociedad que fue aceptado en su momento por las élites y para ese sistema de poder que portaba ciertos valores e ideologías propias del momento. Sin embargo, encuentro que, al traerlo a este tiempo, genera reflexiones sobre la manera de actuar de nuestros gerentes y directores.
Tipos de líderes
Encontramos en la historia cuatro grandes discursos en el estudio de liderazgo:
Líder controlador:
En donde se logra la eficacia con el control. Está inspirado en el racionalismo científico y la maximización de la productividad. Hoy se observa en la tecnología una muestra de control eficaz que se hace incluso de manera sutil.
Líder terapeuta:
Nace alrededor de los años cuarenta donde se indica que un trabajador feliz es más productivo. El líder es humanista y busca el bienestar individual y la armonía colectiva. Hoy se observa en la inteligencia emocional y el coaching, que son manifestaciones sintomáticas relacionadas a ese discurso.
Líder Mesiánico
Encarnado por ese líder visionario y carismático que impone una cultura fuerte, que permite limitar el nivel jerárquico gracias a la confianza y lealtad que se genera en los empleados. Es más visible en los años 80 y está inspirado en el líder transformacional. Ejemplos de estos líderes podrían ser Jeff Bezos o Elon Musk.
Eco-liderazgo
Con fronteras móviles que permite que la influencia tome ventaja sobre el control y las redes sobre el proceso. Es un liderazgo en pleno desarrollo actual.
Cualquiera que sea nuestra visión, es vital crear una cultura organizacional que enfoque a los colaboradores hacia entender el sentido de la disciplina militar, que fomente la virtud en todos los niveles, y que premie el pragmatismo, a la vez que facilita la permanente fundación y el manejo armónico de la imagen y de la reputación.
Gracias por la lectura y felicitaciones a todos los Administradores de Empresas en este día. Sin ustedes, ¿en dónde estaría el mundo?
