Conoce cómo las y los ingenieros industriales contribuyen a mitigar los infortunados efectos de la pandemia por covid-19.
Para nadie es un secreto que la afectación en la economía de las personas y de las empresas a causa de la pandemia del covid-19 ha dejado grandes incertidumbres sobre qué sucederá en el futuro y obliga a una reinvención en todos los aspectos.
Como punto clave es importante analizar el comportamiento del mercado y toda la interacción del consumo en el país; resaltando que el eje articulador entre la crisis por la que pasan las empresas y los hogares es una reducción considerable en sus ingresos, lo que conlleva a una reducción en el consumo frecuente de bienes y servicios.
El confinamiento ha llevado a que actividades como salir de compras a establecimientos comerciales; acceder a servicios domésticos y profesionales de carácter presencial; hacer uso de servicios de entretenimiento; salir de viaje; realizar actividades en centros deportivos o actividad física en gimnasios; asistir a eventos masivos; salir a parques y centros comerciales o visitar a familiares y amigos, se hayan restringido drásticamente.
Sin embargo, no es momento de desfallecer, todo lo contrario, es tiempo de reinventarse y de mostrar la capacidad de sobreponernos a adversidades y de enfocar nuestra tenacidad y conocimiento para hacer de este, un momento más de la historia en el que como sociedad superamos la adversidad. Razón por la cual es clave que todas las personas, sin importar su nivel de formación, contribuyan a mitigar los efectos de esta pandemia y lo hagan de manera activa, con disposición de aportar y trabajar en equipo.
Aporte de la ingeniería industrial
Las y los ingenieros industriales son uno de esos actores que están ayudando a las empresas y a las personas a mitigar los efectos infortunados que ha dejado la pandemia del covid-19.
Las fortalezas y apoyo de estos profesionales en el diseño y reinvención de procesos y procedimientos pueden conducir la reinvención de las empresas en sus líneas de productos, de sus procesos productivos y administrativos, así como de sus procesos de compras, abastecimiento, comercialización y distribución. Así como en la estandarización y gestión de procesos, la incorporación de medidas de bioseguridad a sus operaciones, productos y servicios para proteger a sus trabajadores y clientes.
A su vez, contribuyen a la incorporación de tecnología y herramientas virtuales que fortalezcan sus operaciones, y en aquellas operaciones en que esto no sea posible, también, están en capacidad de ayudar a diseñar áreas de trabajo que acaten las medidas de distanciamiento y los lineamientos del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Sumado a lo anterior, sus conocimientos en normatividad les permiten liderar y orientar a las empresas en la obtención de certificaciones de calidad que les abra mercado y les den una mayor garantía sobre sus productos y servicios a sus clientes, en este sentido, empresas que estén en camino de adquirir o actualizar el aval de las administraciones locales, distritales y nacionales para la realización de sus operaciones bajo esquemas y medidas de bioseguridad.
Además, pueden apoyarse en un ingeniero industrial para que lidere y apoye este proceso, adaptando procesos productivos, logísticos, administrativos y comerciales para el cumplimiento de las medidas, y a la vez, incorporen medidas de gestión efectivas para el control, seguimiento y buen funcionamiento de las operaciones en la organización.
Es de resaltar que, para esto, se requiere de la colaboración y el compromiso de todas las personas de la empresa, pues es un trabajo permanente y en equipo.
Otra de sus virtudes es la de contar con un panorama sistémico de las organizaciones y su entorno, lo cual les permites generar proyectos, propuestas y soluciones innovadoras, integrales y socialmente responsables, contemplando el efecto de estas en las distintas áreas de la empresa y en su entorno, así como, en el de sus clientes, trabajadores y accionistas.
También están en capacidad de planear, ejecutar y hacer seguimiento a proyectos que emprenda la compañía, integrando a estos tecnología y metodologías de mejora continua que, sumadas a un liderazgo colaborativo, permitan promover y fortalecer el sentido de pertenencia, la corresponsabilidad y la colaboración por el logro de los objetivos organizacionales.
Otra acción visible de los ingenieros industriales es su capacidad de emprender y apoyar procesos de emprendimiento, pues poseen conocimiento para diseñar, planear y operar planes de negocio que contribuyan a la generación de empleo.
En este sentido, apoyan la definición de estructuras organizacionales, cargos y funciones, flujogramas de proceso, distribución de planta y de procesos y procedimientos, para garantizar la calidad e inocuidad de los productos, y por supuesto, la calidad en la prestación de los servicios.
Vale mencionar que estos profesionales cuentan con técnicas y conocimientos en estadística, finanzas, optimización y simulación para estructurar y gestionar las propuestas y proyectos a ejecutar.
Sus conocimientos en simulación también les aportan a las organizaciones la posibilidad de evaluar escenarios computacionalmente, de manera previa, para soportar decisiones sin necesidad de efectuar dichos cambios en el sistema real, y de esta manera, tener una idea del efecto en la operación de ciertas medidas a implementar, buscando una mayor eficiencia en sus procesos y operaciones, con miras a obtener mejores rendimientos financieros para sus socios y accionistas.
Procesos de mejora en la pandemia
Las empresas y pequeños comerciantes se han visto obligados a modificar los modelos de venta tradicionales, adaptándose a un sistema virtual, identificando mejor las necesidades de los clientes para dar una respuesta efectiva a estas, por medio de productos y servicios personalizados que agreguen valor. Razón justa para abordar esta situación como un proceso de mejora desde la Ingeniería industrial.
No obstante, a partir de la reapertura gradual de sectores económicos en el contexto del poscovid, las empresas pueden optar por un ingeniero industrial que lidere el proceso de cambio, que cumpla con las nuevas disposiciones de bioseguridad impuestas, las cuales no permiten seguir con el ritmo previo de operación que se traía. Esto requiere que se evalúen y rediseñen los planes de producción, inspección y comercialización de productos y servicios, asumiendo el reto de enfrentar la situación y superar estos tiempos de dificultad.
Finalmente queremos resaltar que salir de una crisis no es nada fácil. Se necesita de disposición y trabajo en equipo. Y, por supuesto, de expertos de todas las profesiones y ocupaciones existentes, para reponernos juntos de esta situación. ¡Nuestra sociedad necesita de todos!
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