Destacamos la historia del señor Julio González Mariño, quien ha aportado a la construcción de la Universidad desde su quehacer diario y quien hoy se despide para comenzar a disfrutar una vida de retiro.
“Mi primer día en la Universidad Central fue el 2 de mayo de 2002. Cuando ingresé jamás pensé quedarme por tanto tiempo, pues mi contrato solo era por 3 meses, tiempo que se alargó hasta 20 años. Llegué a trabajar con el Doctor Miguel Durán, en el departamento de Arquitectura donde desempeñé el cargo de auxiliar de obra. Desde que inicié trabajé en la remodelación de la Universidad y he sido partícipe de toda la transformación física que ha tenido hasta el momento.
Recuerdo como si fuera ayer que del año 2008 al 2016 tuve la oportunidad de trabajar como auxiliar de ornamentación, uno de los tantos oficios que sé hacer. Durante este tiempo también tuve también la oportunidad de conocer personas maravillosas, con una calidez humana grande, entre ellas, el Doctor Páramo; a él y a la Universidad les agradezco infinitamente por el apoyo, pues hoy puedo decir orgullosamente que mis hijos son egresados de la Universidad Central.
También quiero resaltar que la Universidad y en ese entonces la Doctora Catalina y la Doctora Yolanda me apoyaron en un momento muy dificil pero a la vez el más feliz de mi vida, que fue volver a encontrar a mi mamá.
Siguiendo con esta gran historia o paso por la Central, quiero resaltar y agradecer que en el año 2020 a pesar de ser un año terrible por la pandemia, para mí fue uno con muchos retos, pues el Arquitecto Mauricio Prada reconoció mi trabajo y me dio la oportunidad de responsabilizarme de las obras. Sin duda, él es una persona que valora el capital humano. Gracias todos en general por estos 20 años de estadía en la Universidad Central.”
Julio González Mariño
De igual manera, sus compañeros y personas más cercanas a su historia en la Universidad Central, le envían unas palabras de agradecimiento:
“Una forma de vivir es compartir y eso es lo que hemos hecho en nuestro paso por esta Institución. Gran parte de nuestra vida ha sido compartiendo con compañeros como usted, en un apoyo, en una sonrisa y en un saludo cada vez que de paso a nuestras labores nos encontramos. Los pasillos de esta Universidad sentirán la ausencia de personas trabajadoras y comprometidas con sus labores, sus familias y sus proyectos de vida.
No queda más que desearle la mejor de las suertes en lo que viene, los mejores deseos para su merecido tiempo de descanso, el cual no es más que resultado de una gran parte de su vida entregada al servicio.
Compañero, queremos desearle felicitaciones por haber cumplido eso que anhelamos todos: la pensión. Esperáramos la disfrute y nos alegra haber compartido tantos años juntos y habernos aguantado por tanto tiempo, discúlpenos si en algún momento lo ofendimos pues son gajes del oficio, sabe que lo apreciamos.
Agradecemos por compartir horas, días, meses y, en especial, años. Muchas gracias por ser una excelente persona y compañero. Que Dios lo bendiga a dónde vaya y estén con sus familiares.
Un abrazo, Julito, mil felicidades.”
Att: Jorge Cruz Ortiz, Gabriel Núñez Galvis y Luis Eduardo García Rozo
A continuación, Mauricio Prada, director de Infraestructura, brinda unas palabras de agradecimiento a Julio González: