El autocuidado es mucho más que una serie de acciones que realizamos de vez en cuando. ¡Descubramos la felicidad a través de los estilos de vida saludables!
En nuestra constante búsqueda de la felicidad, a menudo dirigimos nuestra atención hacia el mundo que nos rodea, esperando encontrar respuestas fuera de nosotros mismos. Esta búsqueda externa puede llevarnos a prácticas sencillas y saludables que, al conectarnos con nuestro interior, con nuestros valores y emociones más profundas, pueden contribuir significativamente a nuestro bienestar y felicidad.
En ese camino, es fundamental honrar y respetar nuestro cuerpo, mente y espíritu, reconociendo que merecemos vivir vidas plenas y satisfactorias. Esto implica evitar distraernos con placeres superficiales que no satisfacen nuestras necesidades fundamentales y, en cambio, cultivar prácticas de autocuidado que nutran nuestro bienestar en todos los niveles.
Autocuidado y “hedonismo saludable”
Al adoptar hábitos de autocuidado, nos empoderamos para crear la vida que deseamos y merecemos vivir. Reconocemos que la felicidad profunda y duradera se encuentra en nuestra capacidad para vivir auténticamente y en armonía con nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Es un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal que nos invita a explorar nuevas formas de vivir y cuidar de nosotros mismos.
Sin embargo, debido a factores socioculturales, hemos aprendido un hedonismo que busca la satisfacción inmediata y el placer instantáneo, a menudo a expensas de nuestra salud y bienestar a largo plazo. No obstante, podemos redefinir nuestra relación con el placer y la felicidad a partir de un “hedonismo saludable”, reconociendo que la verdadera satisfacción no solo se encuentra en la gratificación instantánea, sino en cultivar un equilibrio entre el placer presente y el bienestar futuro. Este rumbo nos invita a buscar el disfrute de una manera más consciente y saludable, priorizando nuestra salud global mientras gozamos plenamente de la vida.
Un concepto integral de autocuidado
Es importante entender el concepto de autocuidado en su integralidad, abarcando todos los aspectos de la vida de una persona: físicos, emocionales, mentales y espirituales. Esto implica no solo cuidar nuestra salud física mediante una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio y el descanso apropiado, sino también reconocer y gestionar nuestras emociones de una manera saludable. El autocuidado mental implica cultivar pensamientos positivos y constructivos, mientras que el autocuidado espiritual implica conectar con un sentido más profundo de significado y propósito en la vida.
Desde la perspectiva de la neurociencia, cada uno de estos aspectos del autocuidado tiene un impacto significativo en nuestro cerebro y en nuestra experiencia de vida:
- Por ejemplo, las prácticas de gratitud como hábito diario en nuestro estilo de vida, han demostrado tener efectos positivos en el cerebro y en nuestro bienestar emocional. Al cultivar la gratitud, activamos regiones del cerebro asociadas con la recompensa y la felicidad, fortaleciendo así nuestra capacidad para experimentar emociones positivas y manejar el estrés de manera efectiva.
- Otras prácticas como la meditación, la atención plena, la contemplación, la conexión con la naturaleza, la expresión artística y la búsqueda de experiencias que nutran el alma y fortalezcan nuestra conexión con algo trascendental o espiritual, han sido objeto de numerosos estudios que han demostrado sus beneficios para el bienestar. Estas prácticas rutinarias pueden remodelar el cerebro, fortaleciendo las conexiones neuronales asociadas con la autorregulación emocional, la atención y la resiliencia al estrés.
- La neurociencia ha demostrado, además, que las interacciones sociales activan regiones del cerebro asociadas con el placer y la recompensa. Entonces, mantener relaciones saludables y sentirse conectado con los demás también puede promover una mayor sensación de bienestar y felicidad.
- Otro aspecto crucial es el cuidado del sueño. Este es fundamental para el funcionamiento adecuado del cerebro y el bienestar emocional, pues su privación o un patrón inadecuado o insuficiente afectan negativamente el estado de ánimo, la cognición y la capacidad para manejar el estrés. Por lo tanto, priorizar el sueño adecuado y establecer rutinas de sueño saludables tiene efectos positivos en nosotros.
American Psychological Association (APA): Mind/Body Health: Stress https://www.apa.org/topics/stress
Day G, Robert G, Rafferty AM. Gratitude in Health Care: A Meta-narrative Review. Qualitative Health Research. 2020;30(14):2303-2315. doi:10.1177/1049732320951145
Del Val, C., Díaz de la Guardia-Bolívar, E., Zwir, I. et al. (2024). Gene expression networks regulated by human personality. Mol Psychiatry, 2024
Greater Good Magazine: How Gratitude Changes You and Your Brain https://greatergood.berkeley.edu/article/item/how_gratitude_changes
_you_and_your_brain
Harvard Health Publishing: In Praise of Gratitude https://www.health.harvard.edu/newsletter_article/in-praise-of-gratitude
Harvard Health Publishing: Sleep and mental health https://www.health.harvard.edu/newsletter_article/sleep-and-mental-health
Harvard Health Publishing: The health benefits of strong relationships https://www.health.harvard.edu/newsletter_article/the-health-benefits-of-strong-relationships
Mayo Clinic: Social support: Tap this tool to beat stress https://www.mayoclinic.org/img-20006145
National Sleep Foundation: How Sleep Affects Mental Health https://www.sleepfoundation.org/mental-health/how-sleep-affects-mental-health
