Casa Refugio es el primer proyecto en Latinoamérica enfocado a la protección de integrantes de la comunidad LGBTI víctimas de violencia.
Mediante una consulta realizada por la Dirección de Diversidad Sexual a más de 400 personas integrantes de esta comunidad, se encontró que el 70% de ellas ha tenido pensamientos suicidas en algún momento de su vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), "El 10% de la población mundial es LGBT". Sin embargo, esta cifra podría ser imprecisa, si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas no hacen pública su orientación sexual y, por ende, en Colombia como en muchos otros países no existe un censo exacto.
Desde la primera manifestación homosexual liderada por Manuel Velandia en 1982, se ha luchado por la aceptación de este grupo que convoca a lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales a hacer reconocer sus derechos. Centros como el Casa Ruby, el Ali Forney y la Casa de Rosa del Himalaya fueron las tres iniciativas en las que Sandra Montealegre, coordinadora, Angélica Badillo y Laura Sofía Céspedes, psicóloga, se basaron para dar vida a este proyecto.
La Casa de Rosa del Himalaya, Nepal, fue inaugurada en septiembre del 2013 y clasificada como el primer centro en el sur de Asia para los integrantes violentados de la comunidad LGBTI. Por otro lado, la Casa Ruby, ubicada en Washington, no solo se ocupa de la protección de este sector, sino que además, ofrece oportunidades de empleo, asistencia para vivienda, pruebas del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y servicios sociales. Pero de estas, quizás sea el centro Ali Forney de Nueva York es el que tiene una historia más marcada, ya que fue fundado en memoria de Ali Forney, un joven de 22 años asesinado en 1997, mientras dormía en la calle; a sus 13 años Ali tomó la decisión de hablar libremente sobre su orientación sexual y fue discriminado por su familia.
El 25 de noviembre de 2013, Casa Refugio abrió sus puertas y desde entonces busca "dar respuesta a las necesidades de protección de las personas LGBTI". Según Laura Weins, secretaria del centro comunitario LGBTI Los Mártires, su objetivo es hospedar a integrantes de este sector víctimas de la denigración y el rechazo social. Esta idea depende de la Secretaría de Gobierno, a través de la Dirección de Derechos Humanos y de los aportes de los ciudadanos, es decir, forma parte del programa de Protección a víctimas, de la Secretaría de Gobierno.
Este centro se encuentra respaldado por dos trabajadoras sociales, dos psicólogas, una pedagoga, una persona encargada de las alianzas interinstitucionales y una coordinadora general. Pero, ¿cómo puede una persona llegar a Casa Refugio? "Las personas llegan a causa de algún tipo de violencia, ya sea por desplazamiento o porque su vida corre peligro. Pueden ser de Bogotá o de las regiones aledañas, aquí se les ofrece acompañamiento desde el área jurídica, pues la única manera como pueden llegar a Casa Refugio es instaurando una denuncia". Por cuestiones de seguridad se evita dar información sobre la ubicación de este centro, agregó Andrea Correa o -como prefiere ser llamada- Coqueta, mujer transexual, integrante de la Fundación Procrear, candidata al Consejo Consultivo Autónomo LGBT 2014 y quien ha estado al tanto de los avances del proyecto durante este año. "Más que una casa refugio, es una esperanza, una nueva vida para nosotros", manifestó.
Las instalaciones tienen capacidad para 20 personas; cada una cuenta con un tiempo mínimo de cuatro y un máximo de seis meses de permanencia, durante los cuales se busca la resolución del problema originario. Hasta el momento Casa Refugio "no ha tenido una inauguración como tal, no se ha hecho pública" debido a que se debe garantizar la seguridad de quienes llegan a ella, sin embargo, se habla de una "buena voluntad política" para que siga operando y en un futuro no muy lejano, sea posible la creación de centros similares.