Estudiantes de Ingeniería Electrónica diseñaron un dispositivo para apoyar a los docentes en los procesos de aprendizaje de tareas fundamentales.
Laura Sánchez y Andrés Muñoz, estudiantes del programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad Central, diseñaron un brazalete inteligente que permite a los profesores dar instrucciones a través de una aplicación móvil y apoyar, de esta manera, los procesos de formación de niños en condición de discapacidad cognitiva.
El prototipo diseñado permite comunicar mensajes desde un aplicativo móvil hasta un brazalete que usa el estudiante durante la clase. Así, el docente puede brindar un mejor acompañamiento mientras se realizan las actividades diarias, garantizando, a su vez, que el niño pueda ser más independiente.
¿Cómo es el prototipo?
El prototipo consta de dos partes:
- La primera es la aplicación para celular que usan los docentes, desde donde se envían los mensajes al estudiante.
- La segunda es un brazalete compuesto por dos vibradores, un micrófono y cuatro luces led, los cuales podrán ser activados desde la aplicación cuando el docente lo requiera.
De otro lado, la carcasa del circuito consta de dos partes. Una de ellas, que es donde está la tarjeta interactiva y la tarjeta electrónica ESP32 que utilizaron para la programación, abarca también los motovibradores y las luces led en un solo encerramiento. La otra, donde está el altavoz, cubre el sonido. Ambas se conectan por medio de cables.
¿Cuál es el objetivo?
Los estudiantes centralistas, Laura Sánchez y Andrés Muñoz, realizaron este proyecto en el Instituto Nacional Pedagógico de la Universidad Pedagógica, donde hay cuatro cursos en los que estudian niños con discapacidad baja, media, alta e intermedia. Entre estos “hay chicos con Síndrome de Down, con poca visibilidad, con poca audición; algunos que no hablan y la mayoría autistas. Dentro del autismo se tienen niños con autismo bajo, medio y alto”, comentaron los estudiantes.
La aplicación está diseñada para apoyar los procesos de aprendizaje de estos niños. “La preocupación de los profesores y de la Institución es que los chicos terminen ciertas tareas… Ellos necesitan, por ejemplo, que terminen de colorear, que no se salgan de la línea, que conozcan qué es arriba, qué es abajo, o qué indica un semáforo que está en rojo, en verde o en amarillo”.
Ese tipo de actividades pueden ayudar a que su vida cotidiana sea más fácil. “Ese es el afán que tiene el colegio frente a los niños: que ellos aprendan”, agregaron. “La aplicación está diseñada para que los niños, cuando estén realizando sus actividades, no se dispersen y terminen de hacer esas tareas”.
¿Cómo funciona el dispositivo?
Este dispositivo se centra en varios aspectos:
- Ubicación espacial
- Sonido
- Estimulación
- Atención
Para la percepción espacial, que permite comprender la disposición del entorno, el prototipo permite que el estudiante pueda identificar mediante luces led los términos “arriba”, “abajo”, “izquierda” y “derecha”. Cuando el docente envía la señal desde el celular, se ilumina el led ubicado en el brazalete para indicar que debe ponerse de pie. De la misma manera se realiza para cada una de las instrucciones.
Para trabajar el sonido, que posibilita el desarrollo del lenguaje expresivo y comprensivo, la aplicación le permite al docente enviar un mensaje de texto que reproducirá una instrucción precisa a través de un altavoz en el brazalete, indicando la actividad que se requiera.
De otro lado, los estudiantes explicaron que, en el caso de los niños con discapacidades múltiples, la función esencial, en cuanto a la estimulación y atención, es la rehabilitadora, ya que hay que llevar a cabo una reeducación en las áreas afectadas mediante la estimulación sensorial. Para lograrlo, mediante el dispositivo el profesor puede enviar un estímulo vibratorio desde el celular, el cual le indica al estudiante cuándo está realizando bien o mal una actividad.
¿Cómo lo hicieron?
El profesor del programa de Ingeniería Electrónica William Moscoso, director de este y otros proyectos realizados como parte del curso de diseño de dispositivos biomédicos, explicó que se exploró el diseño de una tecnología de innovación que implica el desarrollo de soluciones para problemas reales y concretos, enfocadas en el usuario final.
Para ello, los estudiantes Laura Sánchez y Andrés Muñoz trabajaron de la mano con los docentes del Instituto Nacional Pedagógico. Comenzaron con el proceso de diseño desde el inicio del semestre; realizaron visitas y entrevistas que les ayudaron a conocer las diversas discapacidades de los niños. Recaudaron la información y efectuaron un análisis que los llevó a seleccionar un problema específico. “Realizamos encuestas a los docentes sobre sus experiencias en el aula”.
Expectativas hacia el futuro
“La institución está muy interesada, al igual que los padres de familia, en el dispositivo que desarrollamos, ya que allí jamás se había trabajado con ningún estudiante de Ingeniería Electrónica; los practicantes casi siempre son de la Universidad Pedagógica y los proyectos tienen que ver con educación. En este caso, cuando les llevamos la idea innovadora, a los docentes les encantó y están dispuestos a seguir trabajando con la Universidad Central”, comentaron Laura y Andrés.
