Investigadores de la Universidad Central diseñan herramientas científicas que monitorean la calidad de aire con el fin mejorar la salud y el bienestar de su comunidad.
A causa de la pandemia del covid-19, investigadores alrededor del mundo se han dado a la búsqueda de distintas estrategias que permitan conocer la calidad del aire en determinados espacios, en aras de tomar las medidas adecuadas para el beneficio de la Salud Pública. Los organismos de sanidad han determinado que, para evitar los contagios, debe existir una adecuada renovación del aire en los espacios cerrados para minimizar la acumulación de aerosoles respiratorios que puedan estar infectados.
Te puede interesar: Profesores desarrollan red de monitoreo de CO2 en ambientes cerrados
Comprometidos con esta necesidad, el profesor Óscar Fajardo, con el apoyo de los coinvestigadores Javier Casas, Manuel Mejía y Hugo Franco, adscritos a la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas y al Clúster de Investigación en Ciencias y Tecnologías Convergentes (NBIC) de la Universidad Central, han venido adelantando desde el año 2021 el proyecto Diseño y construcción de una red de monitoreo de concentración de CO2 para ambientes cerrados para minimización del riesgo de la transmisión del covid-19.
Fungi, el hongo que mide el CO2
El proyecto ha dado como resultado la construcción del dispositivo Fungi (nombre que se le ha dado por su forma de hongo), el cual permite medir los niveles de CO2 en entornos cerrados de la Institución y alertar sobre posibles riesgos de salud gracias a su sistema de señalización tipo semáforo.
Como se detalló en el artículo “La UC desarrolla dispositivo de monitoreo de CO2”, este artefacto trabaja con dos antenas que permiten su conectividad mediante red wifi y la ubicación espacial por GPS. Además, cuenta con una capacidad interna de almacenamiento de información para aquellos lugares que carezcan de cobertura de red. De esta forma, Fungi detecta los niveles de CO2 en el ambiente y da una retroalimentación visual a través de una gama de colores que se clasifican según el rango de ppm (partes por millón) de la concentración de CO2 encontrada.
El proyecto realizó pruebas por fases:
- En la primera fase se realizó con hielo seco como fuente de CO2 para evaluar la capacidad de las aulas de la Universidad para renovar el aire.
- La segunda fase se llevó a cabo durante las sesiones de clase, en las cuales se observó que las concentraciones de CO2 se elevaron cuando se hizo necesario cerrar las puertas y ventanas a causa del ruido externo y/o del frío.
Investigaciones con gran proyección
En este marco cabe destacar que hasta el momento seis estudiantes del programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Central han realizado su trabajo de grado a partir de la medición y comparación de los resultados arrojados por el Fungi en distintos espacios de la Universidad: el Edificio principal, el Edificio Ley y el edificio de Economía.
En estos momentos el proyecto sigue avanzando y el dispositivo Fungi va a tener la posibilidad de ser probado en el Sistema de Transporte Público de la ciudad (SITP) y así completar los datos suficientes para culminar la investigación y dar paso a la publicación de los resultados finales.
Sensores que monitorean la calidad del aire
Por otro lado, cabe mencionar que la Empresa Fulecol contrató durante varios meses los servicios de otro desarrollo de este grupo de investigadores (la estación para monitoreo de la calidad del aire) que funciona con base en un protocolo de comunicaciones denominado LoRaWAN y tiene la capacidad de medir el material particulado, la humedad y la temperatura en el entorno. Con este desarrollo se logró tener una cobertura en la zona centro de la ciudad de Bogotá de hasta cinco kilómetros a la redonda.
Dentro de nuestras instalaciones actualmente se encuentran tres de estos dispositivos: uno en el Edificio Ley, haciendo seguimiento de la carrera 7ª; el segundo en la carrera 5ª al lado del parqueadero y el tercero frente a la Cafetería.
Destacamos la experiencia, el ingenio y el compromiso que este grupo de profesores ha puesto en los mencionados desarrollos, a fin de enfrentar los desafíos actuales y del futuro en una sociedad que pretende transformar sus dinámicas ambientales y sociales hacia el mejoramiento de las condiciones de salud pública y bienestar general.