Si se te dificulta aplicar las Normas APA en tus trabajos, aquí te contamos algunos tips necesarios para comprender mejor sus lineamientos.
Las Normas APA se convierten en un dolor de cabeza para muchos estudiantes y docentes. En el ámbito académico están entre las más solicitadas por su aceptación internacional, y de allí que los profesores exijan su aplicación. Sin embargo, aunque parezca que sus lineamientos son complicados ¡no son tan difíciles!
Este compendio de características recomendadas para la presentación de textos académicos tiene una razón de ser: el orden, la claridad y la estandarización. También puede ser un indicativo de la calidad académica de un trabajo al permitir que otras personas conozcan la fuente o ubicación de los documentos utilizados en su elaboración.
Pero antes… ¿de dónde vienen las Normas APA?
Este conjunto de normas fue creado en Estados Unidos, en 1929, por parte de la American Psychological Association (Asociación Americana de Psicología). Un grupo de investigadores y académicos de las áreas sociales, entre ellos psicólogos y antropólogos, acordaron pautas y algunos procedimientos para facilitar la comprensión de la lectura en los trabajos científicos. Desde entonces, han venido cambiando para adaptarse a los nuevos tiempos y responder a las necesidades de estudiantes, profesores e investigadores.
Cinco recomendaciones para enfrentarte a las Normas APA
Si el tema te resulta complicado o aburrido, toma nota de estos consejos que te facilitarán el proceso:
1. Busca recursos y guías de las Normas APA
En internet encuentras muchísimos recursos sobre Normas APA: desde el manual original en inglés, traducciones, resúmenes, presentaciones, tablas, tutoriales, adaptaciones de distintas universidades, hasta generadores de citas y referencias.
Puedes hacer una búsqueda y seleccionar alguno que consideres de manejo sencillo. Algunas instituciones ofrecen unas “guías rápidas” que funcionan muy bien, porque incluyen lo más importante. Al respecto, te recomendamos la Guía de citación y referenciación con Normas APA (con base en la 7ª edición en inglés), publicación de la Coordinación Editorial del Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI). Este recurso lo encuentras disponible en acceso abierto aquí.
2. Conoce las características generales antes de iniciar tus trabajos
Prácticamente todos los recursos indican las características generales que debe llevar el texto de acuerdo con la edición del manual (la séptima es la más reciente). Algunos son:
- Tipo y tamaño de fuente
- Márgenes
- Sangría
- Interlineado
- Alineación
- Estilo de títulos y subtítulos
- Presentación de tablas y figuras
3. Los títulos y subtítulos tienen un lineamiento especial
Elabora o rastrea en internet una tabla en la que se establezca, con ejemplos, cómo deben ir los títulos y subtítulos, de acuerdo con el orden de los temas, y mantenla a mano. Si es un recurso de internet, agrégalo también a la barra de marcadores de tu buscador. ¡Esto te facilitará la vida!
4. ¡No pierdas tus fuentes bibliográficas! Las vas a necesitar
Antes de comenzar a escribir tu texto, crea un documento o plantilla adicional en el que guardes información de cada una de las fuentes que uses. Es decir, copia todas las URL de las páginas de donde obtengas alguna información y, si son fuentes físicas (libros impresos o publicaciones periódicas, por ejemplo), toma nota de los datos que necesitas para construir citas y referencias.
Entre estos datos están:
- Nombre del autor o de los autores
- Año de publicación
- Título
- Ciudad en la que fue publicada
- Nombre de la editorial
- Número de la página donde encontraste el fragmento que vas a utilizar
Si se trata de una revista, apunta, además, su nombre, fecha completa, número del volumen y de la publicación, las páginas en las que aparece el artículo y el DOI (identificador de publicaciones electrónicas), cuando lo tenga. Si es un documento legal, agrega número de ley, decreto o sentencia.
Si faltan datos no te afanes: APA sugiere cómo debes construir la referencia en caso de que no cuentes con toda la información. Eso sí, te sugerimos anotar qué datos faltan, para que luego no estés dudando y tengas que buscar nuevamente la fuente.
5. Prepárate para la construcción de referencias
Existen muchos recursos que ayudan a construir las referencias. Busca alguno que explique de manera gráfica, preferiblemente, o con ejemplos puntuales, qué hacer en los diferentes casos que se puedan presentar. Por ejemplo, cuando la publicación tiene más de un autor, cuando se trata de un capítulo de un libro, o si debes referenciar una ponencia, una página web o un pódcast; asimismo, cuando te falte un dato (como año de publicación o número de página). ¡Todo eso está explicado!
También hay gestores bibliográficos en línea gratuitos o con versión gratuita, en los que digitas los datos en un formato y te arrojan la cita o referencia de forma automática. Con estos debes estar pendiente, porque a veces pueden quedar pequeñas inconsistencias con respecto al formato exacto.
Entre los gestores bibliográficos más reconocidos están Zotero, EndNote y Mendeley; sobre el uso de este último puedes capacitarte en el CRAI.
¡Aprovecha todos los recursos existentes!