Un exitoso regreso a clases conlleva una buena organización. Que el retorno a las aulas no te tome desprevenido. Prepárate siguiendo estos sencillos consejos.
Retomar la universidad implica reorganizar de nuevo nuestro tiempo, nuestro espacio y nuestras rutinas, motivo por el que te presentamos a continuación algunos consejos para organizarte de manera adecuada para el retorno a tus clases y puedas manejar tu nueva rutina. ¿Estás preparado para el regreso a la U?
1. Planifica tu jornada desde la noche anterior
“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, dice el refrán. Aplícalo en tu vida diaria. Deja preparado cada noche, antes de dormir, todo lo que necesitas para tu jornada siguiente: libros, cuadernos, trabajos pendientes, útiles y demás materiales que requieras para tus clases. También deja lista la ropa que usarás, así ganarás tiempo por la mañana. Igualmente, procura que tu lugar de estudio quede organizado.
Planifica también tu tiempo: programa desde la hora de levantarte hasta la hora de ir a dormir, el tiempo de ejercicio, de aseo y arreglo personal, el tiempo para tomar el desayuno, el de tu traslado a tu lugar de estudio, el que dispondrás para tus actividades de académicas y hasta el tiempo que dedicarás a otras cuestiones personales. Esta planificación, sin duda, te ayudará a realizar tus actividades sin apuros y sin el estrés que ello implica, lo cual será bueno para tu salud.
2. Duerme bien
Dice Calderón de la Barca que “la vida es sueño” y el sueño es reparador. Nada más lejano de un sano descanso que trasnochar o dormir solo un par de horas: estas prácticas te restarán energía al día siguiente y, si son constantes, pueden afectar tu salud. Por esta razón, procura dormir el tiempo suficiente por la noche, entre 7 y 8 horas, de manera que tu organismo repose adecuadamente y amanezca relajado y recargado de energía. Trata de ir a dormir y de despertar todos los días a la misma hora, así fijarás tu propio reloj biológico. Ten presente que dormir bien te traerá beneficios no solo físicos, sino también académicos, pues contribuirá a tu memoria y concentración.
3. Madruga
Al que madruga, no se le hace tarde. Dile adiós a la frase “cinco minuticos más” y sal temprano de la cama. Vence la pereza desde temprano con el solo acto de levantarte a tiempo, así podrás salir a clases sin apuros y evitarás estar afanado.
4. Ejercítate por la mañana
“Mente sana en cuerpo sano”, dijo el poeta romano Décimo Junio Juvenal en el siglo II a. C. En su época, esta frase resaltaba la importancia de dominar el pensamiento, las emociones y los instintos para forjar el carácter, acomodarse a las circunstancias, superar las dificultades y ser virtuoso. Sin duda, este consejo también es útil ahora. Sin embargo, con el tiempo su sentido cambió, de modo que hoy en día esta frase se asocia con el bienestar físico y la estabilidad mental como pilares de la salud integral, e incluye el ejercicio físico como práctica fundamental para su logro.
Trata de realizar una rutina de ejercicios por la mañana, nada de otro mundo; esta práctica te ayudará a despejarte, mejorará tu estado físico y te hará sentir de mejor humor, más vital y despierto. Además, el ejercicio, al igual que el sueño, favorece la atención y la memoria. Eso sí, pide asesoría a un experto para saber qué tipo de ejercicio es el que más te conviene y aprende cómo hacerlo para no lastimarte. Y, para finalizar, una buena ducha te refrescará.
5. Aliméntate bien
“La vida está en la muela”, dicen los abuelos y tienen la razón. Comer es parte fundamental de la vida. Y dicen los expertos que, de las comidas que consumimos a diario, la más importante es el desayuno. Por este motivo, procura desayunar bien, equilibra tu desayuno de tal manera que consumas en la proporción justa los alimentos que tu cuerpo necesita para empezar el día con energía.
Así mismo, procura llevar contigo alimentos sanos para consumir a media mañana y a media tarde: frutas frescas, frutos secos y lácteos son una buena opción. Los alimentos procesados te quitan el antojo o el hambre, pero te restan energía, en cambio, los snacks recomendados te aportarán la energía que necesitas a lo largo de la jornada.
En cuanto al almuerzo, lo aconsejable es que sea equilibrado. Y con respecto a la cena, trata de que esta sea leve y no comas tan tarde, esto favorecerá tu digestión y te garantizará un buen sueño.
El mejor consejo con respecto a los alimentos es que visites a tu médico o a un nutricionista para que te recomiende una dieta acorde a tus necesidades y estado de salud.
6. Prevé imprevistos en tu desplazamiento hacia tu lugar de estudio
Persona precavida vale por dos. Procura salir de tu casa con tiempo suficiente, puede ser media hora antes de lo acostumbrado. Ten presente que en el trayecto a tu lugar de estudio pueden presentarse imprevistos, como trancones, accidentes, tu carro se puede descomponer o si tomas transporte público quizá tu ruta se tarde. Adopta este hábito para llegar a tu primera clase a tiempo.
7. Hidrátate
Agua que sí has de beber, no la dejes correr. El consumo de agua es necesario para mantenerte hidratado. Puedes cargar un recipiente con agua ya sea natural o quizá saborizada con trozos de fruta. Se recomienda no añadir azúcar procesada al agua. Recuerda que la hidratación es clave para mantener un cerebro sano.
8. Crea un método de estudio que se adapte a ti
Hay varios métodos de estudio que se recomiendan de acuerdo con el estilo de aprendizaje de cada persona, muchos de ellos tienen en común las siguientes etapas:
- Inspecciona los contenidos de tus asignaturas y los recursos de aprendizajes (textos, plataformas, etc.). Esta familiarización te servirá para ubicarte.
- Formula preguntas acerca de los temas que vas a estudiar: ¿Qué conocimientos previos tienes al respecto? ¿Qué dudas te surgen sobre los contenidos?
- Lee detenidamente los textos recomendados. Si debes revisar un video, concéntrate en lo que dice. Es aconsejable realizar una primera lectura de corrido para aproximarte al tema y luego llevar a cabo una lectura detallada a partir de la cual puedas subrayar, comentar o tomar nota. Ten presente que cuando escribimos memorizamos más rápido la información.
- Elabora resúmenes o esquemas de la información que has aprendido.
- Dedica una cantidad de tiempo diario a repasar cada materia, así conservarás la información fresca en tu memoria.
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9. Realiza pausas activas
Las pausas activas son sesiones cortas de ejercicio físico, máximo de 10 minutos, por medio de las cuales se mejora el sistema cardiovascular, se fortalecen los músculos y se optimiza la flexibilidad. Puedes aprovechar los cambios de clase para realizar este tipo de ejercicios.
10. Elabora un horario de actividades académicas
Un planeador de actividades o llevar una agenda pueden ser recursos útiles para anotar tus pendientes y recordar las fechas de entrega de tus trabajos o la presentación de exámenes. También puedes valerte de tu teléfono móvil, pero no está de más tener un recordatorio extra en casa.
11. Establece prioridades
El que mucho abarca, poco aprieta. Identifica lo urgente y lo importante en cuanto a tus actividades diarias y fija prioridades al respecto. Toma en consideración no solo tus asuntos académicos, sino también los personales, así podrás hallar un equilibro entre ambos. El objetivo es evitar el posterior estrés por no haber hecho lo que se debía en su momento.
12. Realiza tus deberes tan pronto llegues a casa
Adoptar este hábito te será útil para evitar la procrastinación, es decir, la tendencia a aplazar la realización de ciertas actividades para darle cabida a otras, generalmente asociadas con el ocio; mejor, realiza tus deberes primero y luego dedica tiempo a otros asuntos. No dejes que te ocurra lo que dice el dicho: camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
13. Busca aplicaciones que te sean útiles
Descarga apps relacionadas con organización, productividad y temas afines con tu carrera, como diccionarios técnicos, plataformas y aplicaciones para realizar mapas conceptuales, mapas mentales u otros esquemas. Este tipo de ayudas te serán de gran utilidad.
14. Prepara tus exámenes con tiempo
Ante un examen próximo es aconsejable estudiar una hora diaria durante la semana previa sobre los temas que tratará la evaluación. Esta práctica resulta más efectiva que estudiar todos los temas el día antes por varias horas.
15. Otras recomendaciones que te pueden ayudar
Realiza pasatiempos y practica un deporte. Sudokus, rompecabezas, crucigramas, sopas de letras, acertijos… todas estas actividades son útiles no solo para mejorar tu atención, concentración y memoria, sino también para desarrollar habilidades de análisis. Es aconsejable realizar este tipo de actividades antes de iniciar una sesión de estudio.
En cuanto a la práctica deportiva, de manera individual o en grupo, esta forja la disciplina y potencia habilidades claves, como trabajar en equipo, valorar la sana competencia, desarrollar pensamiento estratégico y de solución de problemas, habilidades que requerirás en tu ámbito académico.
De seguro, estas recomendaciones te serán útiles para el retorno al segundo semestre académico. Nosotros estamos listos, ¿lo estás tú también?