Volver a la rutina laboral puede ser un elemento retador. Sin embargo, te presentamos algunas recomendaciones que pueden ser útiles para este reencuentro.
Retornar al trabajo es una situación que para algunos es especial, pues luego de unas merecidas vacaciones puede ser algo difícil acostumbrarse de nuevo al ritmo laboral. Desde la psicología existe, incluso, el Síndrome post-vacacional, que básicamente describe a personas a las que les cuesta emocionalmente retomar sus habituales rutinas de trabajo. Un asunto que para algunos puede ser transitorio, podría tener graves complicaciones en la salud si no se le presta la debida atención.
Descansar antes del comienzo laboral
En primer lugar, recomendamos que no programes el fin de un viaje de vacaciones un día antes de comenzar la jornada laboral. Es importante tener un tiempo de reposo en casa antes de volver a la rutina laboral. En otras palabras, "tener unas vacaciones de tus vacaciones" te permite preparar y analizar con calma lo que viene y se proyecta en el trabajo. También, el cuerpo se sentirá más preparado y con mejor energía para retomar actividades.
Decanta la programación laboral En segundo lugar, cuando retomes tus actividades laborales, no intentes hacer todo ni planear todo en el primer día. Toma con calma los primeros días o podrás verte saturado de todas las cosas que quieres hacer. Puedes programar unos primeros días para una organización general para dejar que las ideas puedan organizarse de una manera más fluida y tranquila. El afán podría causar el efecto contrario y hacerte retrasar por no haber programado las cosas bien.
¿Es para ti?
Otro elemento importante es que si no te sientes realmente bien por volver a tu trabajo, revisa muy bien si realmente es el trabajo que te gusta. Jean Phylp recomienda hacerte esta pregunta ¿Realmente eres feliz en lo que haces? De acuerdo a ello, toma las mejores decisiones para tu bienestar emocional y laboral. Escucha si tu cuerpo está manifestando alguna inconformidad como jaquecas o algún dolor en especial porque puede ser una señal de alerta sobre tu relación emocional con la laboral.
Haz un alto en el camino
Por otro lado, es muy importante que estés atento para realizar pausas activas durante la jornada laboral, pues estas permitirán a tu mente descansar y proyectar mejor las actividades que realizas en la oficina.
Buenos tiempos, mejor rendimiento
Ademas, intenta terminar tu jornada en los tiempos establecidos. No te excedas porque lo que puedes causar con ello, finalmente, es que tu rendimiento se desmejore y baje su calidad. Además d tu salud puede verse gravemente afectada. Establece unos horarios razonables e intenta cumplirlos.
Programa una alarma unos 15 minutos antes de que finalices tu jornada laboral para que recuerdes ir cerrando o programando los pendientes y así no te quedes más tiempo del que debes.
Cuerpo nutrido, cerebro feliz
Por último, recomendamos que prestes mucha atención a tu alimentación, pues de ello depende que tu cuerpo procese la energía necesaria para que tu actividad cerebral funcione perfectamente. Una dieta rica y equilibrada en frutas, carbohidratos, proteínas y nutrientes en general es indispensable para el buen desarrollo neuronal.
No pierdas de vista nunca tu salud y prioriza tu bienestar para que el retorno a tus actividades se pueda dar de la manera más armoniosa posible.