¿Cómo deben prepararse los universitarios de hoy para desempeñar cargos que quizás aún no existen? Expertos coinciden en que parte de la respuesta está en el desarrollo de habilidades y actitudes.
Hasta hace poco más de una década, cargos como “community manager”, “diseñador interactivo” o “especialista en publicidad digital” eran impensables. La acelerada evolución de las tecnologías digitales, y los grandes cambios sociales que estas traen consigo, hace prever que en el futuro surgirán ocupaciones y oficios que hoy nos parecerían poco menos que exóticos.
Ante este panorama, cabe preguntarse qué competencias deberían adquirir nuestros estudiantes para aumentar sus probabilidades de éxito laboral en un mundo caracterizado por la incertidumbre y las transformaciones continuas. En un esfuerzo por tratar de responder este interrogante, el Foro Económico Mundial, en su informe “El futuro de los empleos y las competencias”, elaboró una lista de las competencias y habilidades que serán indispensables para quienes ingresen al mercado laboral en los próximos años. Es interesante observar que esas competencias, algunas de las cuales se enumeran a continuación, son de naturaleza genérica; es decir, se trata de destrezas que un profesional de cualquier área puede desarrollar y aplicar en su trabajo.
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Algunas competencias y habilidades críticas para el desempeño laboral de los futuros profesionales
• Resolución de problemas complejos
El verdadero valor agregado del trabajo de cualquier profesional es su capacidad de resolver problemas de forma creativa y eficiente. Mientras más complejos sean los problemas que pueda resolver, más valiosa y apreciada será su labor, y más demanda tendrá.
• Pensamiento crítico
El pensamiento crítico, que nos lleva a cuestionar con argumentos fundamentados las verdades comúnmente aceptadas, ha sido el motor de los grandes avances científicos y sociales de la historia. También es una habilidad que los futuros profesionales deberán aplicar para innovar y ser más competitivos. Nuestro exrector, Guillermo Páramo, expresó bellamente la esencia del pensamiento crítico con las siguientes palabras: “El verdadero científico, y quizás también el verdadero artista, es aquel que se deja fascinar por lo que otros hicieron; y que, movido por esa fascinación, se atreve a desafiarlos”.
• Creatividad
Esta habilidad, muy relacionada con las anteriores, permite proponer soluciones novedosas y explorar nuevas posibilidades para contribuir al mejoramiento continuo de las empresas y organizaciones. En un entorno cada vez más competitivo, la creatividad puede ser el factor diferencial entre un profesional y otro, y también el secreto del éxito para los futuros emprendedores.
• Flexibilidad cognitiva
Los futuros profesionales y emprendedores deben ser conscientes de la necesidad de mantenerse actualizados en sus respectivos campos de acción. Más aún, dado que el conocimiento tiende a ser interdisciplinario, es esencial tener la mente abierta para incursionar en áreas del saber que jamás hubiéramos imaginado. La flexibilidad cognitiva también implica una disposición para aprender durante toda la vida, pues los conocimientos que hoy se aceptan como válidos pueden ser cuestionados y reemplazados por nuevos conocimientos.
• Orientación al servicio
Esta habilidad consiste en identificar las necesidades del cliente con el fin de responder a ellas de forma oportuna. Más allá de conformarse con afirmar que “el cliente siempre tiene la razón” (lo cual no necesariamente es cierto en todos los casos), la orientación al servicio implica ponerse en el lugar del cliente para averiguar lo que realmente espera de nosotros y satisfacer sus demandas con eficacia y eficiencia. Y si logramos que nuestros clientes queden satisfechos con nuestros servicios, muy posiblemente volverán a recurrir a ellos en el futuro.