El martes 16 y el miércoles 17 de agosto, se efectuó este evento que formaba parte de la programación del Festival Beeld Voor Beeld.
Guillermo Arriaga escritor, guionista, productor y director cinematográfico mexicano, compartió su experiencia de larga trayectoria con los mil asistentes al Seminario Arriaga del Festival Beeld Voor Beeld, que se llevó a cabo en el Teatro México, en el auditorio Jorque Enrique Molina de la Universidad Central.
Durante el seminario Arriaga se tocaron temas relacionados básicamente con los métodos del escritor, la forma de contar historias, la ética y la estética del aburrimiento, las referencias propias y tomadas de otros a la hora de escribir cine o literatura y dio algunos consejos para la creación de personajes e historias asertivas.
Otra de las temáticas generales del seminario y que logró cautivar y entretener a los asistentes, fue la necesidad de ver el arte como creador de nuevas ideas, sin compromiso de nada; es decir del arte ligado al verdadero amor rebelde y a la posibilidad de encontrar cambios permisibles en las historias y los personajes aburridos del cine contemporáneo.
Con la proyección del documental Rogelio, se pudo apreciar uno de sus trabajos como productor y guionista. Lo que más impactó fue, tal vez, la dedicatoria que produjo, más que dudas, admiración: "A todos los muertos que no debieron morirse". Con esta proyección se logró captar la atención y dar pie a la participación, al debate y la interacción del público, convirtiendo el espacio en un conversatorio académico y cultural, generador de reflexiones para la apreciación del arte contemporáneo en todos los campos: musical, cinematográfico, literario y teatral, entre otros.
Finalmente, hay una reflexión que hizo Guillermo Arriaga y que vale la pena destacar: "Escribir se hace con reflexiones, no con técnicas". Desde la academia nos acostumbramos a ser expertos en los conceptos y en las técnicas pero eso puede hacer parte de una sociedad alineada en la que es imposible captar una ficción donde no hay historias, hay una ausencia de un mundo interior; mientras que las reflexiones le posibilitan al creador correr riesgos, no temer a los accidentes y creer en que lo único que salva al hombre es el amor verdadero y la pasión por lo que hacemos.
Guillermo Arriaga con su talento, humor y experiencia, dejó en todos los asistentes al Seminario varios temas de reflexión y muchos consejos prácticos de cómo producir historias y personajes, con personalidad o carácter y con la coyuntura necesaria para lograr la visión de una vida no programada.