La hiperconectividad tecnológica aún no es considerada una adicción, pero sí trae inconvenientes para tu salud física y mental.
La hiperconectividad tecnológica es el uso excesivo dedispositivos como celulares y computadores y puede provocar fatiga y estrés crónico. Este fenómeno se asocia con el bajo rendimiento, el agotamiento y la negatividad, puede causar incluso depresión.
Durante los últimos meses el único contacto con el exterior ha sido a través de los dispositivos electrónicos, mediante estos nos comunicamos con amigos o familiares por mensajes, llamadas y video llamadas, nos informamos de lo que sucede en nuestro país y en el mundo, además de eso jugamos, leemos y trabajamos.
Es importante recordar la importancia de desconectarse incluyendo actividades a la rutina diaria, ya sea en casa o fuera de ella, siempre teniendo en cuenta los protocolos de bioseguridad.
Buscar un espacio en donde no se deba estar pendiente de mensajes, notificaciones, llamadas o correos nos permite disminuir la ansiedad y despejar la mente.
¿Cómo desenchufarte?
Cambia de entorno
Salir a caminar cerca a tu casa para dar una vuelta alrededor del barrio o ir al parque por unos minutos sin tu celular, tomar el sol y respirar aire fresco ayuda a recargar energías, mejora el estado de ánimo y relaja el cuerpo y mente.
Duerme tranquilo
Cuando te acuestes a dormir deja tu celular en silencio y lejos de ti para evitar verlo por ansiedad, mantén la calma en esta situación y piensa sobre los proyectos que tienes, organiza el día siguiente o medita.
Usa un reloj despertador
Evita usar tu celular como alarma para despertarte, lo primero que veras son mensajes o recordatorios que pueden afectarte y sería una pésima forma de empezar el día.
Regula los horarios
Establece horarios de ocio, ya sea para ejercicio, meditación o estiramiento, también puedes generar varias pausas activas durante el día cuando sientas que necesitas cambiar de ambiente para renovarte
Desenchufarte representa un descanso físico y mental que debes respetar para evitar malestar o agotamiento, además de otras enfermedades que surgen por el exceso de conectividad.