Servicios
Universidad Central

Noticentral

El escudo invisible que salvaguarda la capa de ozono

Conmemora el Día de la Capa de Ozono y descubre las acciones que puedes tomar para proteger este escudo vital.

El escudo invisible: salvaguardando la capa de ozono

 

Cada 16 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, una fecha establecida en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta celebración tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de la capa de ozono, un frágil manto de gas que protege a la Tierra de los nocivos rayos ultravioleta (UV) del sol. Sin ella, la vida en el planeta sería insostenible. Cuidarla es un compromiso global.

 

Descubrimiento del problema

En la década de 1970, los científicos Mario Molina y F. Sherwood Rowland, en un estudio titulado Stratospheric Sink for Chlorofluoromethanes: Chlorine Atom-Catalysed Destruction of Ozone, publicado en Nature, advirtieron que los clorofluorocarbonos (CFC), ampliamente utilizados en aerosoles, refrigerantes y otros productos, eran los principales responsables del agotamiento del ozono en la estratosfera.

Los CFC, una vez liberados en la atmósfera, ascendían hasta la estratosfera, donde sus moléculas eran descompuestas por la radiación ultravioleta, liberando átomos de cloro que destruían las moléculas de ozono.

En 1985, la preocupación mundial se intensificó con el descubrimiento del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, que confirmó la urgencia de tomar medidas globales. Los principales responsables de este hallazgo fueron Joe Farman, Brian Gardiner y Jonathan Shanklin.

En respuesta a estas evidencias científicas, se adoptó el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono en 1985, un tratado internacional que tiene como objetivo proteger la capa de ozono mediante la cooperación y la acción conjunta de las naciones, y se destaca como un hito en la diplomacia ambiental.

Este convenio no imponía obligaciones específicas para reducir el uso de sustancias que agotan el escudo vital, pero estableció un marco general para la investigación científica, el monitoreo y el intercambio de información sobre el estado de la capa de ozono y los efectos de las actividades humanas sobre ella (Andersen, S. O., & Sarma, K. M., 2002).

 

El Protocolo de Montreal: un éxito global

En 1987, el mundo tomó medidas significativas mediante la adopción del Protocolo de Montreal. Desde ese momento, más del 99 % de sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC) han sido eliminadas, lo que ha permitido que la capa de ozono comience a recuperarse gradualmente.

Este protocolo, que entró en vigor el 1 de enero de 1989, es considerado uno de los acuerdos ambientales más exitosos en la historia y ha sido revisado en varias ocasiones para incluir nuevos compuestos y acelerar la eliminación de sustancias perjudiciales.

Uno de los aspectos más destacados del Protocolo de Montreal es su enfoque flexible y evolutivo, que permite ajustes basados en nuevos descubrimientos científicos y avances tecnológicos.

En 2019, la Organización de las Naciones Unidas celebró su contribución significativa no solo a la preservación de la capa de ozono, sino también a la mitigación del cambio climático, ya que muchos de los gases que afectan esta capa también son potentes gases de efecto invernadero (UNEP, 2019).

Entre los impactos y resultados del protocolo, hasta la fecha, más de 197 países lo han ratificado, lo que lo convierte en uno de los acuerdos internacionales más universalmente adoptados. Este éxito ha llevado a la recuperación gradual de la capa de ozono. Se espera que si los países continúan cumpliendo con sus compromisos, se regrese a los niveles previos a 1980 (UNEP, 2019).

Una de las expansiones más importantes del protocolo ocurrió en 2016, con la Enmienda de Kigali, que incluyó la eliminación de los hidrofluorocarbonos (HFC), compuestos que, aunque no dañan la capa de ozono, contribuyen significativamente al calentamiento global (UNEP, 2017).

 

Desafíos actuales y futuros

A pesar del éxito del Protocolo de Montreal, todavía quedan desafíos. El descubrimiento de nuevos químicos que pueden agotar la capa de ozono y el aumento de las emisiones ilegales de CFC en algunas regiones, demuestran que la vigilancia y la cooperación internacional son más necesarias que nunca.

Consulta datos científicos sobre el estado de la capa de ozono en esta página.

 

Compromiso global, nacional y personal

La protección del medio ambiente es un desafío global que trasciende fronteras y exige un esfuerzo colectivo. La experiencia con la capa de ozono, reflejada en el éxito del Protocolo de Montreal, subraya la importancia de la colaboración internacional y la responsabilidad compartida.

En un mundo interconectado, donde las acciones de una nación pueden afectar a todo el planeta, el Protocolo de Montreal nos ofrece un modelo para abordar colectivamente problemas globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Este acuerdo no solo salvó la capa de ozono, sino que también reforzó la idea de que un futuro sostenible solo es posible si trabajamos juntos con un compromiso genuino.

En nuestra comunidad unicentralista, este ejemplo nos inspira a seguir trabajando por el bien común, a no rendirnos ante los retos y a recordar que nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, tienen un impacto.

Así como el Protocolo de Montreal se ha adaptado y ha evolucionado para enfrentar nuevos desafíos, nosotros también debemos ser flexibles y proactivos en nuestra búsqueda de soluciones sostenibles. En un mundo donde los problemas ambientales no conocen fronteras, nuestro compromiso con el medio ambiente no solo beneficia a las generaciones futuras, sino que refuerza los valores de solidaridad, responsabilidad y respeto que compartimos como unicentralistas.

Al mirar hacia el futuro, recordemos que la verdadera fuerza radica en nuestra capacidad de trabajar juntos, de aprender de nuestras experiencias y de actuar con propósito. Así, construiremos un legado que no solo refleje nuestro compromiso con las personas, sino también con la preservación de la vida en todas sus formas.

 

Comprométete con las siguientes acciones

  • Opta por productos sin CFC: evita comprar productos que contengan clorofluorocarbonos (CFC), como ciertos aerosoles y refrigerantes (verifica productos de espuma, aerosoles, solventes, sustancias químicas para la extinción de incendios, etc.). Lee las etiquetas y elige alternativas ecológicas.

  • Mantén y repara equipos de refrigeración: asegúrate de que tus aires acondicionados y refrigeradores no tengan fugas de refrigerantes. Un mantenimiento regular puede evitar la liberación de sustancias dañinas para la capa de ozono.

  • Elige electrodomésticos eficientes: opta por electrodomésticos y sistemas de climatización que sean eficientes en energía y que utilicen refrigerantes amigables con la capa de ozono.

  • Reduce el uso de vehículos: usa transporte público, bicicleta o camina siempre que sea posible. Menos vehículos en la carretera significa menos emisiones de gases de escape que pueden afectar la atmósfera.

  • Planta y cuida árboles: los árboles absorben dióxido de carbono y ayudan a reducir el calentamiento global, lo que a su vez protege la capa de ozono.

  • Recicla y reduce el uso de plásticos: muchos plásticos están hechos con productos químicos que pueden dañar la capa de ozono cuando se descomponen. Reciclar y reducir el uso de plásticos es una manera de minimizar este impacto.

  • Educa a otros: comparte información sobre la importancia de la capa de ozono y las maneras de protegerla. Cuantas más personas estén informadas, mayor será el esfuerzo conjunto para su preservación.

Todos logramos el cambio y podemos contribuir a la protección de la capa de ozono para las generaciones futuras.

  • Molina, M., & Rowland, F. (1974). Stratospheric Sink for Chlorofluoromethanes: Chlorine Atom-Catalysed Destruction of Ozone. Nature, 249, 810–812. https://doi.org/10.1038/249810a0
  • Farman, J. C., Gardiner, B. G., & Shanklin, J. D. (1985). Large Losses of Total Ozone in Antarctica Reveal Seasonal ClOx/NOx Interaction. Nature, 315, 207–210. https://doi.org/10.1038/315207a0
  • Naciones Unidas. (2023). El Protocolo de Montreal y el Cambio Climático.
  • Andersen, S. O., & Sarma, K. M. (2002). Protecting the Ozone Layer: The United Nations History. Earthscan Publications Ltd.
  • United Nations Environment Programme (UNEP). (2019). Ozone Depletion: A Success Story
  • United Nations Environment Programme (UNEP). (2017). Kigali Amendment to the Montreal Protocol: A Crucial Step in Combating Climate Change.
  • Andersen, S. O., Zaelke, D., & Taddonio, K. N. (2012). Strengthening Ambition for Climate Mitigation: The Kigali Amendment to the Montreal Protocol. Environmental Law Institute.
  • PNUMA. (2023). Protección de la capa de ozono.
  • Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA). (2022). Ozone Layer Protection: What You Can Do. Recuperado de https://www.epa.gov/ozone-layer-protection

 

Érika Torrado y Maritza Páez Silva
Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas
Bogotá, D. C., 16 de septiembre de 2024
Imagen: Freepik
Última actualización: 2024-09-16 16:27