Daniel Delgado, estudiante de Creación Literaria, nos cuenta cómo ha sido su trayectoria en la U. Central pese a su pérdida de audición.
Daniel Felipe Delgado Montúfar es un joven bogotano de 22 años, que reside en la localidad de Suba, y que ha trabajado por dirigir su vida profesional hacia dos campos de acción que constituyen sus principales intereses, la música y la literatura. Daniel decidió que la Universidad Central fuera la institución encargada de formarlo como profesional para encauzar estas pasiones.
Garantizar el correcto proceso formativo de Daniel ha demandado una completa adaptación y vocación por parte de los encargados de guiar su carrera ya que él cuenta con pérdida auditiva total. El trastorno que le ocasionó dicha pérdida es conocido como hipoacusia sensorial y se da debido a un daño en el nervio auditivo.
Las dificultades para oír comenzaron a los 4 años y se intensificaron de manera progresiva. En su momento este padecimiento afectó únicamente uno de sus oídos, por lo que podía continuar escuchando: esto le permitió aprender a tocar la guitarra de manera empírica y desarrollar su pasión por la música. Sin embargo, cuando se encontraba cursando grado 11 su pérdida de audición fue absoluta.
Para Daniel esto significó un cambio radical que trajo consigo una serie de dificultades que lo pusieron en serios apuros. Él comenta que tuvo que arreglárselas para continuar con sus clases, ya que vio afectado su lenguaje verbal y cambió la forma en que convivía con los demás. No poder escuchar dificultó la interacción de Daniel con su entorno social, ya que como él expresa “se pierde la práctica al hablar y el contacto con los otros”.
Con ayuda de su mamá, Daniel ha buscado alternativas que le permitan solventar su situación auditiva. En primer lugar, tuvo unos audífonos que funcionaban mediante frecuencia radial y que en ocasiones tenían interferencia, lo que resultaba algo molesto.
En 2020, Daniel recibió un nuevo implante que le permitió recuperar su sentido del oído por un solo hemisferio, lo cual representó un proceso de adaptación para volver a escuchar por un único canal. El implante cuenta con un micrófono externo que se coloca como una cadena y que permite escuchar a la persona que lo porta. Esto supuso un importante aporte para que pudiera continuar con su preparación profesional.
Desde el segundo semestre de 2021, Daniel forma parte del programa de Creación Literaria de la Universidad Central, al cual se integró debido a su pasión por la lectura y escritura, pues, como él resalta, los textos le han ayudado tanto a expresarse de una manera diferente a la verbal como a mantener una relación cercana con el lenguaje.
Contar con los materiales de estudio a su alcance en formatos textuales, acceder a las clases grabadas en cualquier momento y contactar a sus docentes mediante chats, le facilitó a Daniel iniciar y desarrollar su vida académica en la Institución.
El regreso a la modalidad presencial no significó para este estudiante mayor dificultad. Los profesores del programa continúan haciendo uso de las herramientas que ofrecen los entornos virtuales y siempre se ponen el micrófono del implante para garantizar que Daniel pueda escuchar las clases de la mejor manera.
Daniel hace un gran énfasis en que el aprovechamiento de estas nuevas metodologías y la disposición de los maestros son aspectos fundamentales para asegurar que la educación sea inclusiva. Así se consigue motivar a quienes como él cuentan con alguna dificultad o discapacidad para que formen parte del entorno académico que la Universidad Central ha preparado para garantizar una correcta experiencia de aprendizaje.
Por otra parte, el buen trato y amabilidad por parte de los profesores y compañeros con los cuales Daniel ha compartido desde que estudia Creación Literaria han sido factores de mucha ayuda en su proceso de formación. Se siente muy contento de que su entorno académico haya puesto de su parte a fin de que su estancia en la U. Central sea un ambiente cómodo y propicio para desarrollar su carrera.
Por ahora, Daniel Felipe quiere disfrutar de la vida universitaria, experimentar, crear, mostrar, desarrollar sus habilidades como músico y literato, y pensar después en la vida laboral, la cual define como un entorno difícil para los profesionales en las artes y para aquellas personas con algún tipo de discapacidad.
No obstante, esta perspectiva del entorno laboral no lo desmotiva, ya que su experiencia en la U. Central le ha mostrado que es posible desarrollar las capacidades propias de un profesional, explorar campos de acción en los cuales puede desarrollar plenamente sus habilidades y dar forma a su proyecto de vida pese al silencio y más allá del silencio.
