Dairo Sánchez-Mojica, docente unicentralista, fue invitado como curador de esta muestra de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú.
Dairo Sánchez-Mojica, docente e investigador asociado a la Universidad Central, candidato a Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos, magíster en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos y licenciado en Ciencias Sociales, realizó la curaduría de la exposición El arte como transgresión de la vida cotidiana. Intervenciones del constructivismo ruso, que se va a desarrollar a través de la página de Facebook del Centro Cultural de Bellas Artes, entre el 30 de julio y el 30 de agosto de 2020.
La exposición está compuesta por una selección de carteles que fueron realizados en la cumbre del constructivismo ruso, entre los años 20 y 30 del siglo pasado. Estos evidencian la propuesta transgresora de este movimiento que, a diferencia de otros movimientos artísticos de vanguardia (nacidos sobre todo en Europa centro-occidental), tuvo como particularidad que nació en la periferia del sistema mundo. Asimismo, logró concretar algo que el surrealismo, el cubismo, el dadaísmo o la bauhaus persiguieron de manera utópica: realizar transformaciones sociales a través del arte.
“Quienes asistan a esta muestra pueden experimentar un goce por el tipo de producción gráfica que van a encontrar. Son carteles estéticamente muy interesantes, que llaman la atención, ya que gran parte de este movimiento está rodeado del éxtasis creativo que hubo en los primeros años de la revolución rusa”, expresa Sánchez-Mojica, coorganizador y curador de la exposición.
Y agrega: “Pero también pueden esperar asombrarse, sin duda, porque mucho de lo que ocurrió hace 100 años en el arte constructivista sigue teniendo vigencia ahora: la forma cómo habitamos el mundo, nuestra relación con las ciudades, la alienación del cuerpo por la tecnología y, a la vez, sus posibilidades creativas. Estos son temas que no son tan lejanos a nuestra experiencia histórica”.
El objetivo de este espacio académico es destacar la importancia e influencia contemporánea del constructivismo ruso.
“El constructivismo ruso fue una vanguardia propuesta desde la frontera del sistema del mundo. Envolvió unas formas de compromiso con la transformación social que estaban dadas por el contexto de la revolución rusa. Fue un movimiento que influyó en las vanguardias que nacieron en Francia, España, Alemania e Inglaterra, dislocando la tradicional difusión de los motivos estéticos de las metrópolis a las periferias”.
La exposición está dividida en cinco galerías de imágenes:
- Crítica a la modernización técnica
- El lugar del cuerpo en la transformación social
- La situación de la mujer en una nueva sociedad
- Estética futurista y liberación social
- Movilización popular y acción política revolucionaria
Contexto
Sin lugar a dudas, hablar de la Rusia de inicios del siglo XX es recorrer diferentes movimientos políticos, estéticos y sociales que llevaron a la caída del régimen zarista (1440-1917) y a la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El legado de los movimientos artísticos que nacieron en esa época continúa vigente, aunque no siempre nos demos cuenta.
Tal es el caso del constructivismo ruso. Movimiento artístico que, como su nombre lo indica, buscó construir una nueva sociedad desde el arte. A través de un mensaje político que apuntaba a intervenir la cotidianeidad de las personas, con el objetivo de reemplazar la herencia zarista por una forma novedosa de ciudadanía.
“El interés de este movimiento estético fue transformar el legado social, político y cultural del régimen zarista (un régimen que se extendió por casi 500 años) y que a principios del siglo XX había producido situaciones extraordinarias de miseria, alcoholismo crónico en las masas —para que la gente estuviera dormida frente a la situación política— y una economía destruida por la participación de Rusia en la primera guerra mundial”, manifiesta Sánchez-Mojica.
Y esto se expresaba en formas cotidianas de dominación: “como el lugar subordinado de la mujer, que estaba confinada a las labores domésticas, y el abandono del cuerpo de la gente del común a la miseria, el hambre y la tuberculosis. Frente a esto, el constructivismo propuso transgredir la situación desde el arte”.
Este movimiento se manifestó en diversas disciplinas como el cine, el diseño de vestuario y la arquitectura. Sin embargo, uno de los espacios en los que más influencia tuvo fue en las artes visuales, a través de carteles que gozan de una gran belleza estética y cuyos mensajes traspasan las barreras del idioma ruso.
“Con esta exposición me interesa abordar las intervenciones del constructivismo en la vida cotidiana en función del diálogo entre el arte y la política. Porque en este movimiento, el arte no estuvo subordinado a la política, pero tampoco era apolítico, sino que su producción plástica fue política en sí misma”.
Fuente: Comunicado de prensa de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú.
