Toma de decisiones, trabajo en equipo y persistencia son algunas de las habilidades blandas que la crisis global nos obliga a fortalecer para responder a nuestras labores.
Los planes de contingencia de la propagación del covid-19 plantearon un cambio radical en nuestra forma de ver y vivir el día a día; la prevención nos han obligado a confinarnos en nuestros hogares y a buscar alternativas que nos ayuden a continuar con nuestra vida laboral y académica, en razón a que para muchos, a pesar de la crisis, quedarse en casa sin hacer nada no es opción.
La tecnología ha permitido que gran parte de los sectores económicos de Colombia y del mundo entero, sigan hoy funcionando y prestando los servicios que la sociedad requiere, lo que implica que, de cierto modo, esta situación abrió el debate frente al uso de la tecnología como una herramienta de la que todos nos tenemos que apropiar para seguir funcionando en un mundo que cada vez se vuelve más digital.
Estos cambios siempre se abren paso y se apoderan de la sociedad sin importar si estamos o no dispuestos a asumirlos, y es en este punto en que vale la pena evaluar el papel que cada persona asume frente a estos momentos en los que nuestra capacidad de afrontar el cambio será fundamental para avanzar o estancarnos.
En ese sentido, es importante ver esta época como una oportunidad para desarrollar competencias que nos permitan salir de nuestra zona de confort y acoplarnos a los cambios que la transformación digital nos exige para que nuestro proyecto de vida se potencie y no se vea afectado.
Por eso es importante, tomarnos un momento para pensar en todos los aspectos que influyen en nuestro desempeño laboral, teniendo en cuenta el fortalecimiento de nuestras habilidades blandas que, según un artículo del portal Universia:
“son aquellas que se demuestran en la ejecución del trabajo, y no están relacionadas, únicamente, con los conocimientos, sino con la puesta en práctica de una combinación de habilidades sociales, habilidades de comunicación, aptitudes y capacidad de acercamiento con los demás”.
Ser creativos, comunicarnos, trabajar en equipo, tomar decisiones, adaptarnos y gestionar el tiempo, son algunas de las habilidades que constantemente tenemos que fortalecer, por eso, nuestra situación actual nos plantea una gran oportunidad para desarrollarlas y generar otras herramientas necesarias para ser eficientes.
Las habilidades blandas no se pueden medir fácilmente, pues se refieren más a aptitudes personales relacionadas con el desarrollo social y emocional.
Aprovechemos la coyuntura y trabajemos en la forma en que afrontamos los cambios; en ser capaces de dar respuestas oportunas y eficientes; adaptarnos a las nuevas mediaciones tecnológicas y recursos que son indispensables para el trabajo a futuro; usemos nuestra recursividad para aplicar nuevas técnicas de gestión.
Posiblemente, cuando la crisis sea controlada y podamos volver a nuestro día a día habitual, retomaremos nuestras actividades con nuevos aprendizajes; nuestras habilidades blandas se habrán fortalecido y tendremos más herramientas para afrontar cambios y situaciones adversas.
De nosotros depende que este tiempo de cuarentena, y los retos que representa, sea una oportunidad de mejora y de avance o solo unas semanas de tiempo perdido.
