El Laboratorio de Ingeniería Electrónica abre sus puertas para la solución de problemas en los ámbitos industrial, médico y empresarial del país.
Los sectores industriales y empresariales requieren de profesionales que cuenten con las competencias necesarias para solucionar problemas de su entorno; por tal motivo, el nuevo Laboratorio de Eléctrica y Electrónica, que cuenta con once salas y variados bancos de trabajo, les permitirá a los estudiantes reforzar las áreas de desempeño necesarias durante su proceso de formación y les ayudará a generar soluciones para las problemáticas actuales mediante la implementación de nuevos prototipos de calidad.
Este proyecto, que empezó a visualizarse a partir de 2007, se destaca por abrir un espacio que articula la docencia, la investigación y la extensión para los estudiantes, egresados y la comunidad en general. Según Juan Manuel Chaparro, director del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad Central, la idea es "tener un espacio de integración que apoye el fortalecimiento de convenios interinstitucionales y empresariales para el desarrollo de proyectos conjuntos".
La diferencia de este laboratorio, frente a pares en otras universidades del país, radica en que cuenta con espacios definidos para trabajar en áreas como la electrónica, la bioingeniería, la optoelectrónica, la automatización y las telecomunicaciones, que posibilitan tanto la capacitación como la prestación de servicios a las empresas y a la industria.
Algunas de las salas del nuevo laboratorio son: Telemática, Automatización industrial, Sistema integrado de manufactura, Nanotecnología, Diseño de dispositivos electrónicos y Análisis de movimiento y ergonomía.
Los principales usuarios de estas nuevas salas serán los estudiantes de los programas de Ingeniería de Sistemas, Mecánica, Electrónica, Ambiental e Industrial, lo mismo que los estudiantes de las nuevas especializaciones en Gestión de tecnología de telecomunicaciones y Mecatrónica, que se abrirán el primer semestre de 2013 y están adscritas a la Facultad de Ingeniería de esta universidad.
Para la financiación de este proyecto se contó con el total apoyo del Consejo Superior, la Vicerrectoría Académica, la Vicerrectoría Administrativa y Financiera y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, que le apostaron a diseñar e implementar un laboratorio innovador que no solo sirviera para fines académicos, sino también respondiera a las necesidades actuales del país.
