Admirador de Shakespeare, Strindberg y Pinter, este joven egresado de Arte Dramático habla de sus dos grandes pasiones: el teatro y la docencia.
Aunque se graduó en 2012, puede decirse que Juan Sebastián Rincón ya cuenta con una importante trayectoria como actor y como docente. Más importante aún: ha tenido la oportunidad de aprovechar el teatro como herramienta pedagógica para la enseñanza en otras áreas.
Quizás este fervor por la docencia tenga algo que ver con su admiración por los actores ingleses y rusos, quienes suelen caracterizarse por su rigor y sólida formación académica, producto de una tradición de siglos. En este sentido, es consciente de que en el teatro y la pedagogía (como quizás en todas las áreas de la vida) la experiencia es lo más importante:
“Me defino como un actor al que le gusta ese arte que es el teatro y como alguien que solo desea seguir aprendiendo”, asegura.
Una juventud entre escenarios, libretos y decorados
De su etapa de estudiante, Juan Sebastián recuerda con afecto y satisfacción los numerosos montajes en los que participó. “En el Teatro Libre actué en obras de autores muy diversos, desde Moliere hasta Brecht, e interpreté todo tipo de personajes”, afirma. Su más reciente actuación tuvo lugar el pasado mes de mayo en la obra Romeo y Julieta, donde representó el papel de Teobaldo, primo de Julieta y enemigo de los Montesco. “Todas estas experiencias han sido muy interesantes y enriquecedoras para mi formación actoral”, dice.
Su paso por la carrera de Arte Dramático dejó en él un gran amor por el teatro clásico. Sin embargo, también le gustan dramaturgos más contemporáneos como Tennessee Williams, Antón Chejov, Harold Pinter, August Strindberg y Henrik Ibsen.
La transición de estudiante a docente
Según Juan Sebastián, uno de los aspectos más ventajosos de la carrera de Arte Dramático es la oportunidad que se brinda a los estudiantes de participar, desde los primeros semestres, en los montajes del grupo profesional del Teatro Libre. “En mi caso, comencé a actuar en las piezas del Teatro Libre a partir del segundo semestre. Esto me permitió tener una doble mirada, la del maestro y la del estudiante, por lo que comencé a interesarme por la docencia desde muy temprano. Así que cuando me gradué me ofrecieron vincularme a la Escuela”, recuerda.
No obstante, antes de comenzar a impartir clases en la Central, Juan Sebastián consideró necesario adquirir más experiencia pedagógica y vital. Así que empacó maletas y se fue a la ciudad de Lewisburg, en Pensilvania (Estados Unidos). Allí se vinculó al Departamento de Lenguas de la Universidad de Bucknell, donde tuvo oportunidad de poner en práctica lo aprendido en la carrera de Arte Dramático, pues su trabajo consistía en enseñar español a través del teatro.
Desde su experiencia docente, considera muy importante que Arte Dramático explore la posibilidad de establecer vínculos más estrechos con otras carreras artísticas como Estudios Musicales, Cine y Creación Literaria:
“Sin duda, se trata de un territorio vasto e inexplorado, que puede dar lugar a proyectos conjuntos muy valiosos e interesantes. Por ejemplo, los estudiantes de Estudios Musicales podrían musicalizar algunos de los montajes de Arte Dramático, y también podría invitarse a los de Creación Literaria para que se animen por la dramaturgia y escriban obras para montar en nuestra Escuela. A su vez, los estudiantes de Arte Dramático podrían explorar, con los estudiantes de Cine, la actuación en formatos cinematográficos, que es muy distinta a la del teatro”, puntualiza.
También recomienda a los estudiantes de Arte Dramático de las nuevas generaciones que sean muy curiosos y “devoren” todas las obras literarias y piezas teatrales que puedan, ya que esta es una faceta esencial del trabajo actoral.
Otros aspectos importantes para quienes se forman en el teatro son el cultivo de la sensibilidad y el aprender a colaborar con sus compañeros como un equipo, pues esta es, por excelencia, la profesión del trabajo en grupo.
Arte Dramático, un programa singular entre los de su clase
Para Juan Sebastián, el programa de Arte Dramático de la UC es uno de los más completos —si no el más completo— de los que se ofrecen en la actualidad en el país. “Aquí el aprendizaje se enfoca en el repertorio clásico, y hay un fuerte énfasis en el trabajo con los textos, con el autor. También tenemos la fortuna de contar con una sala de teatro con las mejores especificaciones, donde podemos realizar nuestros montajes y representaciones. Otro interesante valor agregado es la gira nacional, que los mismos estudiantes tienen que producir y organizar. Además, tenemos egresados trabajando en distintos medios y producciones, así como otros que se dedican a la dirección de teatro y a la danza”, concluye.
