La profesora del programa de Trabajo Social acompañó y asesoró el proyecto ganador del premio a mejor producción de canal comunitario en los India Catalina.
La serie de animación Relatos adultos contados por niños consiste en una lista de cinco capítulos de entre cuatro y cinco minutos de duración, en los que se muestran testimonios recolectados en Florencia, San José de Fragua, Belén de los Andaquíes y la vereda de los Aletones, territorios del Caquetá en donde está muy presente el conflicto armado. Estas historias se les entregaron a niños y fueron ellos los encargados de la ilustración de los relatos.
Una de las cuestiones que surgen al conocer el formato del proyecto es cuán conveniente resulta acercar a la población infantil a historias de conflicto. Al respecto, hay que tener en cuenta que los niños seleccionados para ilustrar estos testimonios, en los que se abordan temáticas sensibles como masacres, narcotráfico y desplazamiento, son habitantes de estos mismos territorios y, además, han vivido de cerca este contexto.
Por lo tanto, para ellos no resulta lejano ni extraño plasmar este tipo de relatos en sus dibujos, pues son actores que han estado permeados por las consecuencias de la violencia. Este es uno de los pilares del proyecto, que las representaciones de los sucesos estén a cargo de niños que también han sido directamente afectados por las confrontaciones entre grupos armados.
El proceso mediante el cual los niños plasmaron sus dibujos fue el linograbado, una técnica que consiste en el uso de una hoja de linóleo, un material biodegradable y sostenible realizado a base de materiales de origen vegetal, como el aceite de linaza, en el cual el diseño se graba espejado y se obtiene un resultado en negativo.
La realización de la animación surgió bajo el marco de la convocatoria Verdad Poética, realizada por la Comisión de la Verdad y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entidades enfocadas en conocer las causas y los patrones que han derivado de la situación de conflicto por la que ha atravesado el país. La convocatoria buscaba invitar a organizaciones culturales a construir iniciativas que aportasen al esclarecimiento de la verdad.
Con el fin de relatar los sucesos que han transformado el territorio y las relaciones sociales en el Caquetá a raíz del conflicto armado, la Escuela Audiovisual Infantil de Belén de los Andaquíes y la Escuela de Científicos Locales desarrollaron en conjunto el trabajo titulado Relatos adultos contados por niños y lo presentaron a la convocatoria, así obtuvieron la financiación y el acompañamiento técnico por parte de la Comisión de la Verdad y el PNUD.
Laura Poveda Carreño, docente de la Escuela de Cuidado y Trabajo Social de la Universidad Central, trabajadora social de la Universidad Nacional de Colombia, candidata a magíster en Derechos Humanos de la UPTC y representante de la Comisión de la Verdad, fue la encargada de acompañar y asesorar la realización del proyecto.
La profesora resalta que fue una labor gratificante, a pesar de que la iniciativa se desarrolló durante la pandemia y, en ocasiones, las restricciones le imposibilitaron asistir de manera presencial. También reconoce el trabajo que se realizó desde la Comisión de la Verdad, que designó un equipo territorial que llevó a cabo un acompañamiento a fondo y que le permitió al equipo nacional —del cual Laura era integrante— conseguir adentrase con más facilidad para conocer el entorno.
Gracias a esto se garantizó un acompañamiento efectivo en el trabajo de las dos escuelas, que se orientó hacia el estudio de campo y la recolección rigurosa de información, para establecer las líneas de contenido y el formato que se implementó en la serie.
Laura expone que las intenciones con las que se desarrolló la producción se centran tanto en proyectar las diversas consecuencias e impactos que ha sufrido el territorio del Caquetá a lo largo del conflicto, como también romper el estigma cocalero que se tiene de la población del departamento, brindando un nuevo punto de vista de estos escenarios gracias a historias como "No me siento ilegal", uno de los capítulos de la serie.
“Nosotros, como acompañantes del proyecto desde Bogotá, nos alcanzamos a preocupar porque los niños estuvieran tan cerca de estas historias; sin embargo, estando con ellos en uno de los talleres, nos sorprendió cómo para ellos no es un tema nuevo y que no solo ya han escuchado de esto, sino que también lo han vivido; ellos son muy conscientes de su realidad y tienen muy presente por lo que han pasado sus familiares y allegados”.
Uno de los principales focos a los que apuntaba la Comisión de la Verdad con estas producciones es diversificar los formatos en los que se muestran las historias del conflicto y así poder llegar a los diferentes públicos. Por ello, la divulgación de estas producciones juega un papel fundamental, así que las dos escuelas han postulado su obra en diversos festivales, publicaron la serie en su página de Facebook y, como mayor reconocimiento, fueron los ganadores de la estatuilla en los Premios India Catalina 2022 dentro de la categoría Mejor producción de canal comunitario.
