Por presentar un juego literario creativo a partir de una novedosa propuesta estética, el trabajo de grado de Magnolia Pérez ha sido acreedor de este reconocimiento.
La literatura es un arte que no se agota en la palabra escrita, sino que puede conjugarse con otros artes para ampliar las posibilidades de expresión. Esto lo demuestra Título que no cabe en el papel, el trabajo de grado presentado por Magnolia Pérez Bejarano para graduarse como profesional en Creación Literaria y cuya originalidad lo hizo merecedor de ser laureado.
Se trata de una obra que se fundamenta en la poética de los intersticios, en la que migran, se cruzan e interactúan la literatura (palabra), las artes visuales (imagen) y las artes escénicas (teatro). En palabras de su autora, “el libro es una especie de teatro donde los lenguajes son los personajes”.
En relación con su formato, no se rige por los cánones tradicionales, sino que es, más bien, un libro-arte o libro de artista conformado por tres frisos que suman una longitud de 5 m y tienen una altura de 75 cm; cada friso está compuesto por dos lados (A y B). A cada friso le corresponde un arte de los arriba enunciados.
En cuanto a su estructura y contenido, los fragmentos se agrupan en ramas en cada friso; la composición por racimos permite crear una red temática, así que es posible hablar de una interrelación de nodos de temas más que de una jerarquía. Aunque en cada friso se abordan determinadas temáticas, no hay un tema común a lo largo de la obra.
El primer friso, “La creada y la creadora”, es un autorretrato, una selfie, la autorrepresentación de la autora en la imagen. En esta parte, Magnolia reconoce que ella escribe y a la par se inventa como persona. Entre los temas que aborda están la multiplicidad, el infinito, el apocalipsis; la muerte del lenguaje, la percepción de la realidad luego de ese fenecimiento y la posterior reconstrucción del lenguaje junto con el retorno de la palabra.
El segundo friso, “Domesticación”, trata la antiliteratura, el rechazo a la escritura —el cual se manifiesta, precisamente, escribiendo— y el sentido del viaje por la escritura, entre otros temas.
El tercer friso, “El interludio de las manos holográficas”, se trata de un teatro para manos en el que se prescinde de las palabras.
En síntesis, y en términos de Magnolia, “este es un antilibro que se escribe con la literatura”. Con este proyecto se busca proponer otras maneras de expresarse en la literatura, como las artes visuales y el teatro en la acción.
La idea de su trabajo de grado fue inspirada por dos obras que llaman la atención de Magnolia: Nox, de Anne Carson, y La gran guerra, de Joe Sacco. Parte de su inspiración también se la debe a su participación en el grupo de teatro de la Universidad Central.
La elaboración del proyecto le tomó a Magnolia dos años. En ese tiempo recibió la asesoría de su director, el profesor Óscar Ricardo Pantoja Estupiñán, uno de los pioneros de la novela gráfica en Colombia, y contó también con la orientación de la profesora Liliana Moreno, cuyo interés investigativo se enfoca en la relación e interacción entre la escritura y las artes integradas, la escritura y la corporalidad.
Entre los comentarios recibidos en la sustentación de su trabajo destaca la pregunta “¿cómo se lee este libro?”. Al respecto, contesta que la lectura que se propone es performática y multidireccional, y que su orden lo decide el lector. De este modo, la obra plantea una reflexión en torno a la lectura y al lector, quien debe ejecutar muchas acciones para leer el libro, desde desenvolverlo para entrar en contacto directo con cada friso.
Luego de recibir su título profesional, Magnolia tiene entre sus planes la elaboración del alter ego de su obra, pero ahora centrándose en la virtualidad y las narrativas digitales. Por lo pronto se prepara para ser parte de ARTBO Tutor, programa de artes de la Cámara de Comercio de Bogotá que inició en 2011 y en el que participan estudiantes de arte, artistas emergentes y empíricos.
Desde la Universidad Central felicitamos a Magnolia por sus logros y le deseamos éxitos en todos sus proyectos. También reconocemos la labor del programa de Creación Literaria de nuestra Escuela de Artes y su continuo apoyo a proyectos novedosos como este.
