El cortometraje de Juan Bohórquez y Sofía Salinas, egresados de la U. Central, compite por el premio Nest del Festival de Cine de San Sebastián.
Montaña azul es un corto basado en una vivencia personal de Juan Bohórquez, egresado del programa de Cine, quien emprende un viaje con el fin construir la memoria de su padre asesinado por un grupo paramilitar, cuando diecisiete años después de su muerte se hace la exhumación de sus restos. Es, por tanto, el resultado de un proceso de exploración y creación, de mucha experimentación y, ante todo, de tiempo, pues el montaje duró alrededor de tres años.
A continuación, conoce el detrás de cámaras de esta producción a través del diálogo con algunos de sus protagonistas, así como la importancia de su selección para participar en la septuagésima edición del Festival de San Sebastián.
Una nominación épica
El Premio al Mejor Cortometraje del Nest Film Students recoge 350 producciones postuladas por 160 escuelas de cine de 44 países de América, Asia, África y Europa. Los directores de Montaña azul, Juan Bohórquez y Sofía Salinas, egresados del programa de Cine de la Universidad Central, viajarán al País Vasco, España, no solo para presentar el corto —el 20 de septiembre de 2022—, sino para ser partícipes de los diferentes escenarios, muestras y aulas abiertas sobre cine y producción audiovisual.
Ser parte de esta lujosa selección no fue nada fácil, según Juan y Sofía, pues durante los años de producción hubo un trabajo constante lleno de pruebas y errores:
Lo que estaba en juego era el hecho marcadamente profundo y sentimental en la vida de Juan del duelo por su padre. Su historia se convirtió en un guion escrito a dos manos, fruto de mucha escucha y diálogo entre ambos. Ellos quisieron hacer algo “más que profesional” y, finalmente, lo lograron. El resultado fue un “documental ensayo” o de tipo autobiográfico que según Andrés Mossos, cineasta, profesor, director del Cineclub de la U. Central y productor del reconocido corto El Edén, se fundamenta en lo real como materia prima para la creación a través de la experimentación. Esta categoría contiene, además, según Federico Atehortúa, docente de la U. Central, creador del largometraje Pirotecnia y director de tesis de Juan y Sofía, “componentes de ficción, teatrales y de recreación de archivo que finalmente no alteran el núcleo documental”.
Detrás de cámaras
No todo lo que dice el documental es verdad, pero es sincero.
Juan Bohórquez
El argumento del corto Montaña azul, de catorce minutos, tiene como base la grabación que hizo Juan de la exhumación de su padre junto a una voz en off que va dialogando con el recuerdo mientras se evoca la infancia y se presentan algunos videos realizados por su progenitor durante sus recorridos en el campo. Esto, según Sofía, implicó mucho dolor al traer a la memoria sucesos fuertes de la familia de Juan. No obstante, afirma que se convirtió en una necesidad que iba más allá de una nota académica.
Juan recuerda con claridad el día en que estaba en Taller 7 —asignatura del programa de Cine— y le contó a su tutor sobre la historia de su papá, del pueblo donde había nacido, de la relación de estos acontecimientos con el conflicto armado, y que en esos días iban a exhumar el cuerpo. Esa misma semana, vio una película de la directora Chantal Akerman en el Cineclub de la Universidad que lo impactó en demasía y enseguida decidió que iba a grabar el acontecimiento usando como referente las tomas y los planos de Akerman. Este fue el principio, pues luego Sofía sería aquella persona con la que traduciría sus emociones de forma narrativa y con quien compondría diversas recreaciones de la vida de su padre:
De ahí que sea el tiempo el tesoro que más resaltan los directores. Sofía comenta que el montaje se convirtió en una labor muy personal y significativa, pues fue para ella un trabajo emocional, “un ejercicio de escuchar y de leer al otro. Yo escuchaba a Juan y pensaba en la estructura. Tenía que escuchar a Juan y entenderlo”.
La riqueza del corto obedece, además, a un proceso en el que diversas organizaciones y personas se sumaron al camino, ya fuese como guías o como fuente inspiradora. Las retroalimentaciones de Gustavo Vasco, montajista y profesor invitado a diversas master class de la U. Central; de Patricia Ayala, reconocida docente y directora de Don Ca y ganadora del premio a Mejor Documental Colombiano en 2013; y de Federico Atehortúa, fueron claves, pues contaban con toda una experticia en creación y dirección.
Un acierto estético
Hablar del contexto colombiano en el arte sin hacer alusión al trasfondo de nuestra historia de violencia parece imposible. Sin embargo, para Federico Atehortúa es el acierto más grande del corto. Juan y Sofía lograron salirse de un lugar común que puede manipular según Juan, o irrespetar según Federico, a un espectador, pues sería muy fácil caer en el sensacionalismo que puede dejar el sufrimiento derivado de la violencia:
Es así como el tema del conflicto armado muestra un acierto artístico sin negar, como afirma el profesor Andrés Mossos, que de todas formas “hace parte del contexto actual porque justamente [el conflicto] es latente y está ahí. Es una obra que construye vínculos de diálogo con el presente del país”, afirma. Es por ello, que Juan y Sofía creen en que finalmente es el espectador quien puede o no identificar este campo semántico, que estuvo planteado de cierta forma en la historia, y “dejar que la película sea lo que pueda ser”, afirma Sofía.
La trascendencia y tesoros del Festival
En términos técnicos, según el profesor Andrés Mossos, San Sebastián es un festival clase A, lo que implica que está dentro de los 12 mejores del mundo, no solo por su calidad, sino por su poder de comercialización. Para Sofía estar nominados es algo “surrealista” y afirma que se sienten emocionados porque van a poder conocer y aprender mucho de otros cines, directores y formas de creación.
La industria cinematográfica colombiana y latinoamericana está en crecimiento y ya consolida un espacio de reconocimiento importante. Un hecho imposible de no mencionar es que por primera vez una directora colombiana es nominada. Se trata de Laura Mora, con la película de Los reyes del mundo. Una historia que también alude a las reminiscencias del conflicto armado colombiano.
A nivel internacional, en esta edición del Festival, se entregarán los premios Donostia por sus trayectorias a la actriz francesa Juliette Binoche, quien es la imagen del Festival, y al director canadiense David Cronenberg, referentes de talla mundial en el panorama cinematográfico.
Una escuela de Cine llena de talento
Montaña azul es, finalmente, una metáfora de la vida misma, de aquellos recuerdos que pueden ser reinventados, de un sosiego tejido a través de elementos documentales y la puesta en escena. También, como afirma Federico Aterhortúa, lo más importante con esta producción es el poder que puede tener de generar confianza en los estudiantes del programa de Cine, porque “ellos están haciendo películas muy competitivas”. Son trabajos que, aunque implican esfuerzo, muestran el gran talento de los estudiantes por alcanzar grandes reconocimientos, incluso internacionales.