Conmemora el 3 de julio reduciendo el uso de bolsas plásticas y promoviendo prácticas sostenibles. ¡Únete a la causa por un planeta más limpio!
Cada 3 de julio, el mundo se une en una causa común: conmemorar el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico. Esta fecha no es solo un recordatorio, sino un llamado a la acción para reducir el uso de bolsas de plástico de un solo uso y promover prácticas más sostenibles.
Esta conmemoración resuena con una sentida urgencia por disminuir el consumo de plástico y, por ende, los impactos que genera sobre los ecosistemas y especialmente el ecosistema marino. Se pretende impulsar la necesidad imperiosa de proteger nuestro medio ambiente y las especies que lo habitan.
Según Euronews, el primer país en tomar medidas para la reducción del plástico fue Bangladesh, en 2002. Allí prohíben el uso de las bolsas plásticas y establecen estrategias cohesivas para reducir el uso de bolsas plásticas.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el polietileno utilizado comúnmente para la producción de plástico se creó por accidente en una planta química en Northwich, Inglaterra, en 1933. Al inicio, los militares británicos mantuvieron oculto el descubrimiento durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, en 1965 la empresa sueca Celloplast patentó la bolsa.
Las bolsas de plástico surgen para facilitar el manejo y transporte de los diferentes bienes de la canasta familiar, entre otros, reemplazando en Colombia al tradicional canasto de mimbre y en Europa a la tradicional bolsa de tela.
Las bolsas plásticas han sido nuestras compañeras en las compras cotidianas y han demostrado ser uno de los mayores desafíos medioambientales de la época. Se estima que una gran cantidad no se reutiliza ni se recicla; en cambio, se desechan inmediatamente, encontrando su destino final en basureros o, peor aún, en los océanos. El impacto de esta práctica es devastador: miles de especies marinas mueren anualmente a causa de la ingesta de plástico o enredadas en él, creando un ciclo de destrucción que amenaza con alterar irreversiblemente nuestros ecosistemas acuáticos.
Cifras alarmantes
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se compran un millón de botellas de plástico cada minuto y se utilizan 500.000 millones de bolsas al año. Cerca de un tercio de todos los envases de plástico no se gestionan adecuadamente y ocho millones de toneladas terminan en los océanos cada año, poniendo en peligro la vida marina. Al ser desechados, estos plásticos causan obstrucciones en las aguas residuales y en los desagües pluviales, provocando la muerte y el enredo de aproximadamente 100.000 mamíferos marinos anualmente.
El Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico busca romper este ciclo pernicioso mediante la concienciación y la acción comunitaria. Las campañas alrededor del mundo se centran en educar a las personas sobre las alternativas disponibles y los beneficios de adoptar hábitos más ecológicos. Desde el uso de bolsas reutilizables hasta la promoción de materiales biodegradables, cada pequeño cambio puede generar un impacto significativo.
En España, por ejemplo, varias comunidades autónomas han prohibido su distribución gratuita en comercios, incentivando a los ciudadanos a optar por opciones más sostenibles. Del mismo modo, en América Latina, países como Chile y Colombia están liderando la batalla contra el plástico, estableciendo regulaciones que buscan erradicar el uso de estos productos dañinos.
Soluciones creativas e innovadoras
La lucha no se detiene en las políticas gubernamentales. Innovadores y empresas están desarrollando soluciones creativas para reducir nuestra dependencia del plástico. Desde la producción de bolsas hechas de materiales reciclados hasta la implementación de sistemas de devolución y recompensas, el mercado está respondiendo con ingenio y responsabilidad.
Ante esta tendencia para disminuir el consumo del plástico, en Colombia nace la ley 2232 de 2022 como una estrategia de prohibición del uso de varios tipos de plásticos de un solo uso en supermercados, como respuesta a la creciente preocupación por el impacto negativo de los plásticos en el medio ambiente. Los estudios han demostrado que estos materiales plásticos, debido a su durabilidad y baja tasa de descomposición, contribuyen significativamente a la contaminación de los océanos y afectan la vida silvestre. Esta ley promueve el uso de alternativas ecológicas y biodegradables. Los supermercados han comenzado a ofrecer opciones como bolsas de tela reutilizables, envases de papel reciclado y otros materiales compostables.
Así que, este 3 de julio, hagamos un compromiso: digamos no a las bolsas de plástico de un solo uso y sí a un planeta más verde.
El cambio comienza con nosotros. ¡Cada paso cuenta en la marcha hacia un mundo libre de plástico!