En el Día Internacional del Libro y el Idioma, te contamos cómo las palabras construyen mundos, nos identifican y enriquecen como comunidad.
Si andas con tu parche o quedaste paila, si en la tienda pides ñapa, si te gusta chicanear, comes onces y a veces te da locha después del tinto, eres de los nuestros: ¡un bogotano auténtico!
¿Sabías que parche, paila, ñapa, chicanear, onces, locha y tinto son colombianismos? Al igual que parcero, dar papaya, cucho o pola, son palabras o expresiones que tienen un significado particular en nuestro país, que en otras latitudes no conocen, y que evidencian la enorme riqueza del español.
Las palabras sirven para todo: no solo nos permiten comunicarnos y expresarnos, sino que con ellas somos capaces de crear, nos identifican y nos hacen parte de una comunidad.
¡Somos muchos!
Aunque no lo creas, el español es la segunda lengua más hablada del mundo, en número de hablantes nativos, superada solo por el chino mandarín. En cuanto a la cantidad global de hablantes, está en el cuarto lugar, tras el inglés, el chino mandarín y el hindi.
Es el idioma oficial en 21 países. Y no solo se usa en España y América Latina: hay comunidades de hispanohablantes en países como Andorra, Marruecos, Canadá, Australia, Noruega, Argelia, Gibraltar, Angola y la isla de Guam, entre muchos otros. Además, ¡lo habla el 18 % de los habitantes de Estados Unidos!
Del “guayabo” al “cuate”
Aunque las cifras sean reveladoras, lo más increíble de nuestro maravilloso idioma no está en los números, sino en que cada país y región ha creado un inventario propio de palabras, expresiones y significados, lo que enriquece y particulariza cada variedad dialectal.
¿El resultado? Tenemos un idioma que comparte una base común, pero que cobra vida propia en cada rincón donde se habla, con formas únicas y diferenciadoras que lo dotan de una variedad extraordinaria.
Por eso un guayabo es una resaca en Colombia, pero un despecho en Venezuela. En Perú no se van a rumbear sino a jamear. En Argentina, cuando alguien te está bardeando es porque está hablando mal de ti. Los novios en Chile son pololos, una guachada es un favor en Bolivia y un cuate, un amigo en México.
Y una palabra tan común como pelea puede tener más de 20 sinónimos: pleito, riña, pugna, lucha, batalla, contienda, combate, refriega, pugilato, reyerta, disputa, escaramuza, liza, choque; pero también agarradera, agarrón, berrinche, bochinche, bonche, bululú, burileo, buya, chamusca, cachimbeo… ¡Y pare de contar!
¿Por qué se celebra el Día Internacional del Libro y el Idioma?
En 1995 la Unesco proclamó que el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor sería cada 23 de abril, una fecha simbólica de la literatura universal porque coincide con la desaparición de los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.
En Colombia, desde 1938, también se instituyó el Día del Idioma en homenaje al autor de Don Quijote de la Mancha.
De acuerdo con la Unesco, la celebración busca “dar a conocer el poder mágico de los libros: un nexo entre el pasado y el futuro, un puente entre generaciones y distintas culturas”.
¡Celebra con la U!
No te pierdas la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo 2023, donde la Universidad Central cuenta con un estand en el que presenta su oferta académica y Sintopía Radio está haciendo el cubrimiento de la feria. Además, el Programa de Creación Literaria participa con una interesante programación que puedes consultar aquí.
También puedes aprovechar todos los recursos que nos ofrece el CRAI, de manera permanente, con un amplio catálogo de libros que apalancan tu proceso de formación integral.