Noticentral habló con la ingeniera y docente sobre su carrera, sus labores de voluntariado y las oportunidades para los egresados centralistas
Con más de 17 años dedicados a la enseñanza, la ingeniera Lorena García Posada se destaca por su excelencia en el aula. Ha liderado la consolidación de los laboratorios de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas (FICB) e impulsa la inclusión y la participación femenina en campos tradicionalmente dominados por hombres.
García Posada es ingeniera electrónica de la Universidad del Norte en Barranquilla, ciudad en la que también nació. A los 22 años, justo después de terminar su pregrado, tomó la decisión de radicarse en Bogotá y el tiempo que lleva en la capital ya ha generado efecto: no queda rastro alguno del acento de su tierra.
En la capital decidió hacer una maestría en Ingeniería Electrónica y Computadores en la Universidad de los Andes, posteriormente se enroló como profesora de esa universidad y desde entonces no se ha separado de la academia: dictó clases en la Universidad Militar, en la Sergio Arboleda fue decana de los programas de Ingeniería Electrónica, Ingeniería de Sistemas y Telecomunicaciones y aterrizó en 2018 en la Universidad Central para asumir la dirección de los laboratorios de ingeniería.
“Antes cada programa manejaba y operaba sus propios laboratorios, por lo que la FICB decidió consolidar esa gestión. Creo que hicimos un trabajo interesante porque logramos que fueran los laboratorios a los que cualquier centralista pudiera tener acceso”, explica.
Al regresar de la pandemia por covid-19, la dirección de laboratorios se transformó para ser un trabajo coordinado entre programas y a partir de 2023 asumió como profesora de tiempo completo. Actualmente, representa a sus colegas ante el consejo del programa de Ingeniería Electrónica y actúa como enlace entre la Dirección de Educación Continua y la Facultad.
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Construir también desde el voluntariado
A los días de la profesora Lorena pareciera que les faltan horas pues, además de su trabajo en las aulas, participa en labores de voluntariado en el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), una organización con 140 años de historia que agrupa a más de 420 mil ingenieros en 160 países. También hace parte de la Asociación Colombiana de Ingenieros (ACIEM), donde lidera la Comisión de Diversidad e Inclusión.
“Inicié creando la rama estudiantil en mi universidad y, luego de graduarme, hice parte de la IEEE a nivel profesional hasta llegar a la presidencia de la sección Colombia. Actualmente, llevo nueve años en la junta directiva de actividades educativas a nivel global, liderando los programas de promoción de la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas o educación STEM, como se le conoce en inglés”.
Y es que las cifras de participación de mujeres en ciencia y tecnología dan cuenta de lo oportuno y valioso que es su trabajo. Aunque en Colombia ellas representan el 51,1 % de la fuerza laboral, según cifras del Laboratorio de Economía de Educación de la Universidad Javeriana, para 2021 solo el 31,5 % de personas matriculadas a primer año en educación STEM eran mujeres, y entre quienes logran graduarse, la cifra asciende al 37,9 %.
"Hoy en día, en pleno 2024, aún hay mujeres jóvenes que siguen escuchando recomendaciones de no estudiar estas carreras ‘porque son de hombres’, y aunque el asunto ha mejorado, todavía estamos lejos de la igualdad”, dice.
La profesora García reconoce el trabajo y valor que tienen en la industria los ingenieros egresados de la Universidad Central. Asegura que ha participado en la formación de estudiantes “brillantes” que tienen todas las capacidades para entrar a las “grandes ligas” de la ingeniería y considera que no es necesario salir del país para resaltar en esta profesión.
“Conozco colombianos que están haciendo cosas maravillosas. Sueño que los egresados puedan crear ecosistemas que les permitan desarrollar sus capacidades y sé que en pocos años vamos a ver una industria electrónica más fuerte y desarrollada en el país para que podamos hablar de soberanía tecnológica. Ese es mi sueño y por eso no me quedo quieta”, concluye.