Así lo afirmó Óscar Fajardo, docente del Dpto. de Ingeniería Ambiental, durante el Seminario de Bionanotecnología. Aerosol Atmosférico: efectos en la calidad del aire y el calentamiento global.
A propósito de los problemas que aborda Bogotá actualmente sobre la calidad del aire, el 20 de marzo se llevó a cabo el Seminario de Bionanotecnología. Aerosol Atmosférico: efectos en la calidad del aire y el calentamiento global, a cargo de Óscar Fajardo, docente del Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad Central.
Dentro de la charla, Fajardo resaltó los conceptos básicos de la importancia del Aerosol Atmosférico en la calidad del aire, la salud pública y el balance radiactivo del planeta, dejando entrever que las partículas contaminantes nos competen a todos los seres humanos.
Un aerosol es una dispersión de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas. Las hay gruesas, finas y ultrafinas.
“Las propiedades físicas del aerosol atmosférico son importantes para el entendimiento de sus efectos en clima, salud y calidad del aire”, destaca Fajardo al mencionar las mediciones físicas de las partículas del aerosol, además de las mediciones comparables que se deben tener en cuenta para el muestreo de dichas partículas.
Uno de los puntos cumbre en la búsqueda por los efectos en la calidad del aire y el calentamiento global, son las fuentes y el proceso de formación de todas estas partículas, tanto primarias como secundarias. Estos dos tipos se diferencian en cuanto a su proveniencia de las mismas.
“Las partículas primarias pueden provenir tanto de procesos naturales (oceános, suelos, vegetación o volcanes) como antrópicos (procesos de combustión en zonas urbanas, rurales e industriales), mientras que para las secundarias, se van desarrollando desde la conversión de moléculas de gases precursores a partícula, hasta la condensación”, continua Fajardo.
Sin embargo, a pesar de estas fuentes y procesos para la generación de partículas, Fajardo apunta que los desiertos de todo el planeta constituyen la principal fuente de partículas primarias a nivel global, aunque estos solo cubran 1/3 de la superficie continental. Principalmente en zonas que en el pasado estaban cubiertas por agua, y ahora que están secas, y que son muy efectivas en la producción de partículas.
“Las tormentas de polvo pueden recoger materiales biológicos como bacterias, esporas de polen, hongos y virus”, concluye Fajardo.
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