La práctica profesional es tu primer acercamiento al mundo laboral. Te compartimos algunas recomendaciones para que aproveches al máximo esta etapa.
Fortalecer tu formación académica mediante el acercamiento al ejercicio profesional es un paso muy importante para afianzar y apropiarte de los conocimientos, aterrizar tus expectativas y potenciar tu perfil profesional. Muchas personas subestiman el tiempo dedicado a realizar la práctica en una organización y lo ven simplemente como un requisito académico, pero, más allá de eso, la práctica es un referente de lo que ocurre en el mundo laboral y te guiará a evolucionar profesionalmente.
Te compartimos seis recomendaciones para que aproveches al máximo la experiencia de la práctica profesional, sentando las bases de tu vida laboral:
- Sé propositivo: muchas veces las organizaciones vinculan practicantes para cumplir funciones muy específicas y operativas y, aunque es la realidad de tu profesión, debes estar atento a los proyectos, oportunidades de mejora e iniciativas que puedas proponer, de esta manera destacarás y tu equipo verá en ti que eres una persona que quiere trabajar y aprender.
- No tengas miedo de preguntar: puede que al principio seas un poco tímido mientras te acoplas a tu lugar de trabajo, pero una vez superada esta etapa, procura preguntar todo lo que puedas en relación a las labores de tu área. Aprende el por qué y cómo se hacen las cosas, permítete conocer a tu equipo de trabajo entendiendo sus roles, la dinámica organizacional y apoyarlos en una o varias de sus labores.
Al ser tu primera experiencia profesional, aunque no lo creas, estás sentando las bases de tu experiencia laboral y todo lo que aprendas allí será útil en tu primer empleo.
- Usa tu inteligencia emocional: dejar la rutina de estudio y adentrarte en el mundo laboral es dejar tu zona de confort, dejas de tener tanto tiempo libre y entiendes el peso de las responsabilidades que tienes a cargo, por eso, es muy importante que ante la adversidad no te desanimes. Tendrás días buenos y malos, en ocasiones, seguramente no podrás cumplir con todas tus labores y te frustrarás, sin embargo, debes tratar de aprender sobre tus fallas, identificar oportunidades de mejora y fortalecer tus competencias.
- Relaciónate con tu entorno: entrar a una organización es una gran oportunidad para empezar a consolidar una red de contactos que, a futuro, pueden ser útiles para ti. Acércate a tus compañeros de trabajo y de otras áreas e identifica sus fortalezas, afianzando un nexo personal y profesional con ellos. Seguramente más adelante podrás contar con ellos para el desarrollo de alguna labor, proyecto o incluso para conseguir empleo.
- Busca retroalimentación: pide a tu tutor-jefe inmediato que retroalimente periódicamente tu aprendizaje y desempeño, lo cual te permitirá identificar de forma objetiva tus capacidades, habilidades y aspectos por mejorar, con ello ganarás confianza y potenciarás tu desempeño.
- Evalúa lo que te apasiona: todas las carreras tienen diferentes énfasis que están para determinar tu rumbo profesional, por eso, es importante que aproveches las prácticas para tener un acercamiento a las distintas áreas de tu profesión, de manera que puedas identificar qué es lo que realmente te apasiona y a lo que te quieres dedicar.
¡Sácale el mayor provecho a tu última etapa como universitario!