¿Cómo un líder puede enfrentar el cambio en tiempos de pandemia?, ¿puede un líder ser positivo si tiene dificultades? Conozca estas y más respuestas aquí.
El covid-19 y sus consecuencias impactaron de forma significativa en muchos frentes de nuestra realidad, tanto económicos, psicológicos, sociales y más. En el artículo Psychological safety, emotional intelligence, and leadership in a time of flux, del portal McKinsey.com, mencionan que frente a esta nueva realidad los líderes de las organizaciones enfrentan el enorme reto de unir a las personas, impulsar el progreso y reinventar la normalidad.
En esta publicación se menciona que una consecuencia de la nueva realidad se ve reflejada en “un trasfondo de trastornos emocionales caracterizados por niveles crecientes de ansiedad, depresión, miedo y estrés. Al mismo tiempo que los líderes enfrentan estos desafíos a nivel individual, también son responsables de apoyar a una amplia muestra representativa de personas, las cuales tienen su propia gama de experiencias, emociones y recursos para responder, y, muchas de ellas, están pagando un costo psicológico que aún no se comprende bien”.
Es por ello que Aaron De Smet, socio senior de McKinsey, decidió entrevistar a los expertos Amy Edmondson, profesora de liderazgo de Novartis en Harvard Business School; Richard Boyatzis, profesor de comportamiento organizacional en la Universidad Case Western Reserve, y Bill Schaninger, socio principal de la oficina de Filadelfia, quienes desde su quehacer intentan responder a algunos desafíos a los que los líderes se enfrentan:
Entre las conclusiones más significativas se encuentran:
- En la actualidad el temor colectivo por la seguridad física ha creado un problema compartido en la sociedad, por lo que alguna parte de la población siente que al tener todos un mismo temor, se les facilita el ser abiertos al expresar sus pensamientos e inquietudes; y por otra parte, están aquellos que generan dificultades en la comunicación y no se sienten capaces de hablar sobre el tema.
- Más allá del riesgo físico de la pandemia, la pérdida de la rutina diaria ha causado estrés en la población, asunto que disminuye a medida que las personas retornan a su vida “normal”, pese a que es una normalidad aún permeada por el riesgo de contagio, implica cambiar de lugar y la posibilidad de socializar con otros.
- Evidentemente la tecnología ha tenido un papel muy importante en la nueva realidad, y aunque una de las grandes ventajas es que la vida no se detuvo gracias a las plataformas que permiten el trabajo desde casa, no se puede ignorar que se ha perdido la oportunidad para sintonizarnos con las emociones de los demás.
- Una exposición prolongada a las redes sociales genera en las personas ansiedad debido a la comparación social frente a la vida de los demás.
- Muchos líderes compartían tiempo con sus colaboradores cuando todos ocupaban un mismo espacio físico, sin embargo, frente a esta realidad, se recomienda establecer un vínculo genuino entre una tarea o trabajo y sus colaboradores, y hacerlos saber y sentir que su trabajo es la base para lograr un gran propósito. Asimismo, es importante abrir espacios de diálogo, reflexión, conversación y más, a fin de conectar y articular al equipo.
- Richard Boyatzis menciona que “los líderes necesitan escuchar, pero también son responsables de agregar positividad. Podría ser tan simple como mostrar entusiasmo genuino por algo en lo que se está trabajando para levantar el ánimo del equipo, incluso a través de Zoom”.
- Un líder debe generar un espacio de calma y positivismo en tiempos de crisis, sin embargo, cada persona, sin importar su rol, está pasando por momentos de estrés, por eso la autoconciencia emocional y la atención plena son primordiales para que el líder contagie a su equipo de emociones positivas y acertadas.
- Para ser un líder positivo es importante que realmente se sienta así, y esto se puede lograr por medio de actividades que le brinden esa tranquilidad y armonía genuina, como yoga, meditación, oración, ejercicio, ayudar a otras personas, pasar tiempo en familia, involucrarse en actividades que disfrute, etc.
“No podemos contagiarnos positivamente con los demás a menos que nos sintamos inspirados y sostenidos primero. Eso es lo que los líderes que manejan posiciones de alto estrés deben hacer para cuidarse a sí mismos y luego involucrar y cuidar a los demás.” Richard Boyatzis, profesor de la Universidad Case Western Reserve.
- Sentirse bien debe ser un estado continuo y no momentáneo, por eso, el líder tiene que trabajar en su salud emocional constantemente, ya sea durmiendo lo suficiente, tomando pausas, sacando tiempo para sí mismo, entre otros, y dejar de lado la necesidad de hacer bien las cosas siempre, debido a que esto puede ser perjudicial para él, para su equipo y para la empresa.
- Los propósitos, metas y valores de la organización deben ser de conocimiento de todos los trabajadores para así generar una visión compartida que permita un liderazgo organizacional más efectivo.
- Es clave que las metas y propósitos organizacionales se construyan en conjunto, entre directivos, líderes y colaboradores para así generar compromiso y confianza.
