La mayoría de los suicidios se puede prevenir. Por ello, te contamos cuáles son los principales signos que los dejan en evidencia.
No es cierto que todas las personas que consideran el suicidio tienen una enfermedad mental. Tampoco que esta decisión se tome de manera repentina. La mayoría de los suicidios se puede prevenir, porque generalmente vienen precedidos de algunos signos de advertencia que se manifiestan tanto de forma verbal como conductual.
Así lo explicó el especialista Jean Phylp Gutiérrez, psicólogo de la Dirección de Bienestar Estudiantil de la Universidad Central que está a cargo del programa Adictos a la vida, quien se refirió a diez señales de alerta de la conducta suicida:
1. Aislamiento
La persona comienza a aislarse, a encerrarse en su mundo. No quiere hablar con nadie y se reducen sus habilidades para interactuar con los demás. Se aleja de la familia, amigos y redes sociales o manifiesta sentimientos de soledad.
2. Alteraciones en el sueño
Puede presentar ojeras porque descansa muy poco o, por el contrario, duerme mucho más de lo habitual.
3. Alteraciones en la ingesta de alimentos
Come poco o, ante episodios de ansiedad, tiende a ingerir muchos alimentos en cortos periodos de tiempo.
4. Envío de cartas o mensajes de despedida
Comienza a despedirse, a enviar mensajes por redes sociales como: “Yo te quiero mucho” o “Si algo me llega a pasar debes saber que eres muy importante para mí”. También puede dejar un regalo.
5. Disminución de la asistencia a clase
Un estudiante que normalmente es muy juicioso empieza a evadir sus responsabilidades y se incrementan sus inasistencias.
6. Disminución del rendimiento académico
Si antes participaba mucho en clase, ahora permanece callado. Deja de cumplir con sus actividades, lo que repercute en su rendimiento académico.
7. Incremento en el consumo de sustancias
Si ya es consumidor de alcohol o drogas, es posible observar un aumento en el uso de estas sustancias.
8. Conductas autolesivas
Se evidencian cortes, quemaduras o rasguños en partes del cuerpo como muñecas, muslos u otras.
9. Cambios de carácter, ánimo o conducta
Muestra ira, angustia incontrolada, habla sobre venganza o expresa que no tiene razones para vivir. También puede manifestar sentimientos de desesperación o decir que se siente atrapado, bloqueado o sufre un dolor insoportable; se siente una carga para otros o el responsable de todo lo malo que sucede. Se puede mostrar emocionalmente inestable, muy inquieto o nervioso.
10. Deterioro de la autoimagen
Se evidencia una importante baja de la autoestima y un abandono o descuido de sí mismo.
¿Y qué hacer frente a una persona que presente alguno de estos signos?
“Escucharla y preguntarle abiertamente. La mejor forma de ayudar a otra persona es preguntarle qué necesita”. Algo como: “Noto que has cambiado, me llama la atención y me preocupa. ¿Te sucede algo? ¿Te puedo ayudar con algo? Si no puedo hacer mucho, al menos entonces me quedo contigo y te escucho”, afirmó Jean Gutiérrez.
Si la persona no quiere aceptar tu ayuda, insiste. Dale espacio, pero sigue allí para ella.
¡En la U. Central estamos para ti!
Como Institución, la Dirección de Bienestar Estudiantil de la Universidad Central tiene un área de apoyo denominada Dimensión Psicosocial, que cuenta con profesionales expertos que escuchan, atienden y apoyan a nuestros estudiantes. Esta área trabaja desde dos líneas: Proyéctate y Adictos a la vida; en Adictos a la vida, se aborda lo relacionado con la prevención de conductas potencialmente adictivas y conducta suicida.
Por otro lado, la Dirección de Gestión Humana de la Universidad, como parte de su Plan de Bienestar, pone a disposición de docentes y funcionarios el servicio de Acompañamiento psicológico, un espacio individual en el que pueden exponer sus experiencias, dudas y necesidades relacionadas con el cuidado y el bienestar físico y mental.
Jean Gutiérrez menciona que “en estos momentos estamos desarrollando la caracterización de la conducta suicida dentro de la Universidad, para conocer cómo es el patrón de este fenómeno en la población universitaria. Pero no podemos quedarnos quietos, solamente recibiendo datos, sino que debemos movernos. Lo que hacemos, desde el componente de prevención, es hablar sobre estos temas abiertamente. Capacitar a toda la comunidad, a todo el que esté interesado en el tema sobre la conducta suicida, para identificar señales de alerta, dentro y fuera del aula”.
Asimismo, existe una articulación con la Secretaría de Salud para realizar campañas de sensibilización y otras actividades.
Cifras de suicidio en aumento
El suicidio es un fenómeno multicausal y muy complejo, que afecta a todas las regiones del mundo, a todos los niveles sociales, por lo que se considera una prioridad de la salud pública. Comprende, en la mayoría de los casos, varias etapas como la ideación suicida (con o sin estructura), el intento y el consumado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica, en su publicación de 2021, que cada año se suicidan cerca de 700.000 personas en el mundo. Fue la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años de edad en 2019.
En Colombia, de acuerdo con el informe Forensis, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2.689 muertes violentas fueron establecidas como suicidio durante el año 2021, lo que representa una tasa de 5,71 por cada 100.000 habitantes.
La tendencia del número de suicidios a nivel nacional ha aumentado, especialmente después de la pandemia. “En relación con el año inmediatamente anterior hubo 269 fallecidos más que representan una variación porcentual del 11,11 %. Las víctimas por suicidio fueron 81,03 % (2.179) hombres y 19,67 % (510) mujeres (...) El rango de edad con la mayor tasa (9,24) se encuentra entre los 18 y 19 años”, señala el informe Forensis.