Durante 25 años, la profesora Nubia Aguilar aportó en diferentes frentes al crecimiento de la Universidad, por eso, resaltamos y destacamos su trayectoria.
El camino de Nubia en la Institución inició en el año 1996 como catedrática, luego pasó a ser profesora de medio tiempo, y terminó formando parte del cuerpo docente de tiempo completo con un gran aporte al Programa de Ingeniería Electrónica hasta el segundo semestre del 2021, cuando finalizó su vinculación debido a su pensión.
Nubia comenzó a ejercer la docencia al culminar su carrera como bióloga de la Universidad Nacional, cuando su director de trabajo de grado, también docente de su alma mater, le ofreció encargarse de una cátedra de Fisiología en la Facultad de Biología Marina de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, debido a que se le había presentado un inconveniente y no podía continuar dictando dicha asignatura. La profesora recalca que la docencia la buscó a ella y representó un reto de suma exigencia, pues se encontró con un curso de 40 estudiantes.
Ingresó a la Universidad Central gracias a la invitación de la docente Leonor Hernández, quien fue directora, en su momento, del Departamento de Ciencias Naturales. Gracias a esta recomendación y luego de una entrevista con el doctor Alex Look, decano de la Escuela de Ingeniería, comenzó su labor con la principal tarea de ayudar en la creación de la línea de énfasis en Bioingeniería de la U. Central, tarea que consiguió y a cuyo fortalecimiento dedicó gran parte de su trabajo.
Por otra parte, la docente también contó con distintos logros a lo largo de su experiencia, como lo son: la creación del primer grupo de investigación en Bioingeniería, proyecto en el cual trabajó en conjunto con los docentes Javier Chaparro y el hoy vicerrector académico Óscar Herrera; y el desarrollo de proyectos y patentes en el sector de la salud a partir de propuestas tecnológicas en discapacidad.
En su trayectoria como docente lo que más resalta es el contacto con los estudiantes, pues, en sus palabras:
“La más valiosa experiencia fue la de aprender de los estudiantes, su calidad humana, su perseverancia a pesar de dificultades económicas, laborales, etc.; el ver que es posible desarrollar tecnología de impacto con jóvenes constantes y emprendedores, que están dispuestos a aprender y a realizar su función como ingenieros de calidad y dejar en alto su carrera y el nombre de la Universidad Central. Todo eso me hizo apreciarlos profundamente, ellos me ayudaron e incentivaron a desarrollar mi labor docente con la mayor dedicación que me fuera posible”.
Para Nubia, el cambio evidente y la evolución que sufrió la Institución es de admirar, pues lo que en su momento ella presenció —iniciar con instalaciones algo básicas y equipo limitado— hoy son locaciones modernas que cuentan con un gran despliegue de equipo y tecnología que han llevado a un cambio rotundo en la imagen, el desempeño y la categorización de la Universidad.
En lo personal, ella menciona que echará de menos las conversaciones e interacción con los estudiantes, compartir con sus compañeros de Ingeniería y, en general, todo el ambiente académico, el trabajar para generar ideas y desarrollo tecnológico. Sin embargo, reconoce que todo ciclo tiene su final y que se encuentra en otro momento de su vida, el cual busca dedicarse a trabajar en nuevos proyectos, disfrutar de los paisajes y, más que nada, de su hermosa y amada familia.
Desde la Universidad Central nos sentimos gratificados por contar con tal talento humano en cada una de nuestras áreas y nos honramos en reconocer a la docente Nubia Aguilar. Le deseamos el mejor de los porvenires para los retos y nuevas oportunidades que le deparan en su vida tanto personal como profesional.