Durante la Cumbre de Gobernadores, realizada en el departamento de Santander, tres de nuestros estudiantes contaron cómo ha sido su trabajo social con las víctimas de la violencia.
Los jóvenes, pertenecientes a diferentes programas de pregrado de la Universidad Central, durante tres meses convivieron con familias afectadas por el flagelo de la guerra.
El encuentro con los mandatarios regionales se desarrolló entre el 25 y 26 de agosto, bajo el lema “La Paz se convertirá en territorios”.
Los estudiantes, quienes no superan los 20 años de edad, relataron cómo la participación en el Programa “Manos a la Paz” les permitió conocer de cerca la difícil realidad de decenas de familias que se encuentran en medio del conflicto armado, en departamentos como Nariño, Guajira y Caquetá.
“Manos a la Paz” es una iniciativa del Ministerio del Posconflicto que busca contribuir al fortalecimiento de las capacidades institucionales y comunitarias para la construcción de paz, vinculando a jóvenes estudiantes universitarios con alto compromiso social.
Como Laura Merchan, quien está vincula al programa en el departamento de Nariño y actualmente cursa Estudios Musicales en la Universidad Central. En el encuentro con los gobernadores, aseguró que desde la cultura se puede construir la paz. Es por eso que adelantó que regresará a la región para aportar con sus conocimientos al sano esparcimiento de los nariñenses.
Por su parte, Marcela Briceño, estudiante de Publicidad y vinculada al programa en La Guajira, clamó por más atención para la población vulnerable de este departamento. Recalcó que con pobreza no se puede apostar por una paz duradera y que son varios los territorios que presentan condiciones precarias.
Freddy Coronado, estudiante de Ingeniería Ambiental, logró hacer sonreír a los asistentes. Relató cómo en el Caquetá las casas permanecen con las puertas abiertas y todos acostumbran a saludar efusivamente. Algo que calificó como pintoresco, comparado con la desconfianza que manejan los habitantes de las grandes ciudades, por la inseguridad.
Los tres estudiantes de la Universidad Central coincidieron en que los jóvenes son los que tienen las riendas del futuro. Al finalizar sus intervenciones, hicieron un llamado a la juventud para trabajar unidos por la nación que sueñan.
