Construir relaciones laborales en las que prime el respeto y la empatía es un compromiso personal y colectivo que nos permitirá convivir en un espacio laboral armónico.
Es fundamental que los docentes y el personal administrativo unicentralista reconozca la importancia de generar un espacio laboral en el que respetemos las diferencias de todas las personas y favorezcamos el diálogo, la escucha y la empatía entre compañeros de trabajo para lograr un clima organizacional armónico.
Para ello es necesario que reflexionemos sobre las actitudes que asumimos en nuestro entorno laboral y en cómo nuestros comportamientos pueden afectar a las personas con las que interactuamos, y así, establecer acciones que fomenten la convivencia y prevengan situaciones de maltrato laboral.
De acuerdo con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) el buen trato es posible a través de cinco principios fundamentales: reconocimiento de la dignidad, empatía, Diálogo y comunicación efectiva, interacción igualitaria y negociación.
A continuación, abordaremos algunos de estos aspectos de manera que, al informarnos, empecemos a aplicarlos en nuestra vida diaria.
Reconocimiento de la dignidad
El lenguaje sobre el que se fundamenta el buen trato se enfoca sobre el reconocimiento de las y los otros, desde una forma de relación que permita visualizar todos los aspectos positivos y puntos de vista.
También es entendido como la necesidad de ser aceptadas y aceptados en la individualidad, como seres diferentes que tienen derecho a ocupar un espacio físico, intelectual y afectivo en la vida de otras personas.
Por eso, es importante construir espacios laborales en los que se respeten los derechos de todos los integrantes de la Universidad, en los que se garantice el respeto a su integridad, física y emocional, y a su desarrollo profesional.
Empatía
De acuerdo con un reportaje publicado en Efesalud, plataforma digital especializada en contenidos de salud, ponerse en el lugar del otro, allana y aclara la vía de la solución. No tiene por qué ser una cualidad innata, de hecho, no es sencillo identificarse mental y afectivamente con el estado de ánimo de quien tenemos enfrente. Eso, precisamente, es la empatía.
“Es una habilidad que se puede desarrollar y potenciar, es una de las claves del éxito a la hora de comunicar, pasa por el entrenamiento individualizado y colectivo de habilidades. Las personas necesitan herramientas de comunicación más emocionales, que permitan mejorar su salud, la salud de sus organizaciones y las relaciones con su entorno”, afirma Natividad Buceta Albillos, directora de Empathia, empresa consultora estratégica y de negocio.
En 1993 la Organización Mundial de la Salud incluye la empatía entre las diez capacidades necesarias para la vida.
Negociación
Nuestra capacidad para resolver desacuerdos es fundamental para mantener un clima laboral en el que prime el buen trato. Ser capaces de solucionarlos nos permite construir relaciones respetuosas, alejadas de emociones negativas como la impotencia o inseguridad y de actitudes agresivas y desobligantes.
Por todo lo anterior, el Comité de Convivencia Laboral de la Universidad Central nos invita a construir relaciones laborales en las que prime el respeto y la empatía, recordando que:
Las diferencias crean armonía cuando hay respeto, disposición y escucha.
Leidy Dayana Castaño Gómez
Coordinación de Comunicaciones
Bogotá D. C., 1 de noviembre de 2018
Imágenes: Departamento de Comunicación y Publicaciones
