La UC está en el top 10 de las universidades que más presentan propuestas para patentes ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
De acuerdo con la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), en 2017 la Universidad de Antioquia, la Universidad de la Sabana, la Universidad del Valle, la Universidad de Medellín, la Universidad de la Costa y la Universidad Central, se destacaron por aumentar sus solicitudes de patentes en comparación con 2016.
La Universidad Central —con apoyo del Centro de Investigación para la Innovación (CIFI) de la FICB— pasó de cuatro a siete solicitudes, con este aumento pudo ubicarse en el grupo de las universidades más comprometidas con la innovación en el país.
“El hecho de que las universidades sean líderes en solicitudes de patentes ante la SIC, denota claramente el nivel inventivo y de investigación que se ha venido incrementando en los últimos años, además, se destaca el hecho de que, en 2017, las solicitudes de patentes de nacionales fueron de 25 %, teniendo un incremento de 10 % con respecto al año inmediatamente anterior”, señaló Mónica Andrea Ramírez Hinestroza, superintendente delegada para la propiedad industrial.
Las patentes dan reconocimiento a la labor creativa y ofrecen la oportunidad de lucrarse materialmente. Esto a su vez, mejora la calidad de vida de las sociedades, pues motiva a la gente a seguir innovando.
Las patentes de la UC
En 2016, Colciencias, con el apoyo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, abrió convocatorias a través del fondo de patentes, con el objetivo de recoger toda la propiedad intelectual de las instituciones de educación superior y así ayudar a los creadores a patentar sus ideas.
Fue en esa oportunidad que la UC participó con siete propuestas —entre las que se encuentra el proyecto SiReOD (silla de ruedas electro-óculo dirigida)—, y se destacó entre las instituciones más comprometidas con el desarrollo de la tecnología en el país.
“Los ponentes presentaron su tecnología a través de una serie de formularios en los que debían contar de qué se trataba, qué tan novedosa era la idea, si tenía competidores en el mercado, su población objetivo, entre otras”, explica William Moscoso, docente de Ingeniería Electrónica y director del proyecto de grado que dio lugar a la tecnología de SIReOD.
Con estos documentos se estudia si la idea tiene potencial, para dar paso a la redacción de la patente con el asesoramiento de firmas de abogados especialistas en estos casos y así radicarlo ante la SIC.
“Pasamos este primer filtro y estamos a la espera de la segunda fase. En esta nueva etapa, expertos de la SIC analizan a fondo de qué se trata y si existe algo igual en el mercado”, menciona Moscoso.
Para la convocatoria de 2017, se presentaron tres trabajos de grado del programa de Ingeniería Electrónica a cargo del profesor Moscoso: Avus, De-lepee y Labterality. Esos proyectos de grado hacen parte del proyecto de investigación formativa Bioinstrumentación y Diseño centrado en la persona, de la FICB.
El apoyo económico que ofrece Colciencias es el 80 % del valor de la patente.
Avus. Sistema de ubicación electrónico de objetos para adultos mayores con problemas de memoria
Es un muñeco terapéutico que permite a un adulto mayor, cuidador o familiar, ubicar objetos de distintos tamaños dentro de la residencia u hogar geriátrico donde sea requerido. El dispositivo también puede brindar un complemento para el tratamiento de adultos mayores con Alzheimer, ya que puede ser utilizado en sesiones terapéuticas.
De-lepee. Tablero de aprendizaje electrónico para la enseñanza de lenguaje de señas en aulas de clase
Este tablero electrónico permite incentivar el aprendizaje de lenguaje de señas en niños con discapacidad auditiva por medio del juego, motricidad e incentivos lumínicos. El tablero permite relacionar de manera didáctica la imagen, la palabra en castellano y la seña correspondiente en lengua de señas.
Desde el 2017, para el desarrollo de este dispositivo, el CIFI ha venido trabajando de la mano con el equipo a cargo del programa de Inclusión de Escolares Sordos al aula regular del Colegio San Francisco IED Sede A, en la localidad de Ciudad Bolívar, el cual es un referente distrital de atención a la población sorda.
Labterality. Sistema electrónico para el diagnóstico de lateralidad en niños, por medio de la captura del movimiento corporal a través de kinect
El sistema implementa tecnológicamente el test de la lateralidad de la prueba neuropsicológica manual realizada hasta el momento por profesionales (pedagogos, fisioterapeutas, terapistas ocupacionales, profesionales del lenguaje, profesionales en educación especial, entre otros).
Además, realiza de forma automatizada la toma de muestras, lo que permite mejorar el tiempo de recolección de datos y arroja resultados más confiables. Esto es posible gracias a la captura del movimiento corporal del niño, por medio del kinect y de la lectura de sensores complementarios ubicados en el cuerpo, con los cuales se evalúan cada una de las 40 pruebas, determinando el tipo de lateralidad que tiene el usuario.
“De estas tres ideas, pasaron al banco de elegibles las dos primeras, es decir, siguen al proceso de patentamiento, que consiste en que Colciencias analice a profundidad el proyecto para después asignar las tecnologías a una firma de abogados especialistas en la parte técnica, que se encargará de escribir la patente con todo en detalle y presentarla ante la SIC”, destaca Moscoso.
Estas iniciativas se relacionan con los proyectos del Gobierno. “Estamos a la espera de que el presidente entrante ratifique estas ayudas al fondo de innovación, para seguir participando en este tipo de convocatorias o adaptarnos a los cambios que establezca el nuevo Gobierno”, puntualiza.
Es fundamental que los unicentralistas le apuesten a innovar. Este tipo de protección no solo se da en productos intelectuales tecnológicos, para las creaciones literarias o musicales existe la figura de los derechos de autor.
¿Qué es una patente y qué beneficios trae?
Son la modalidad más común para proteger los derechos de los inventores. Se trata de un derecho que concede el Estado para la protección de una invención que le aporte alguna utilidad a la sociedad, y que permite a su dueño explotarla para su propio beneficio por un tiempo determinado —20 años, usualmente—, impidiendo que terceros lo hagan sin su autorización.
“La explotación puede consistir en comercializar exclusiva y directamente el producto patentado, o por intermedio de terceros, otorgando licencias o transfiriendo los derechos obtenidos mediante su venta, para que un tercero explote la invención. En conclusión, el beneficio es económico para el inventor o titular de la patente”, señala la SIC.
¿Qué normas deben consultarse para conocer los trámites?
La legislación vigente está estipulada en la Decisión 486 del 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina. Sin embargo, la SIC expide las directrices para que los proponentes adelanten este trámite. Estas normas pueden ser consultadas en la sección de normativa de la página web de la SIC.
Asesoría adicional, el CATI
El Centro de Apoyo a la Tecnología y a la Innovación (CATI) es un programa de la SIC y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) que facilita el acceso de los innovadores a servicios de información sobre tecnología y a otros servicios conexos.
En la actualidad, estos centros conforman una red nacional, que, distribuida territorialmente, fomenta el uso de la información tecnológica y ofrece asistencia en materia de propiedad industrial.
Centro de Apoyo a la Tecnología y a la Innovación de la UC
De acuerdo con Jorge Enrique Mejía, coordinador del CATI, este centro funciona como una oficina de patentes que trabaja en la Universidad, en representación de la Superintendencia de Industria y Comercio, y tiene como fin prestar apoyo para asesorar en temas de propiedad intelectual, relacionados con invenciones e innovaciones científicas y tecnológicas. Para utilizar este servicio las personas pueden contactarse con el Centro de Investigación para la Innovación (CIFI), de la FICB.
“Con este proyecto, la Universidad gana visibilidad, prestigio y representatividad en materia de innovación y gestión del conocimiento. Obtener una patente es un esfuerzo enorme, que implica muchos años de dedicación de los investigadores e importantes inversiones por parte de la Universidad. Finalmente, las patentes terminan por convertirse en un activo de la Institución, pues se pueden comercializar o ceder a terceros para su explotación lo que produce beneficios económicos”, asegura Mejía.