Hoy destacamos a William Henry Torres Lugo, una persona excepcional que, aunque se despide para comenzar a disfrutar su etapa de retiro, siempre será recordada por su dedicación, amor y aportes a la Universidad Central.
Tras 26 años de compromiso y dedicación en la Universidad Central, William Henry Torres Lugo se despide para comenzar a disfrutar una vida de retiro, pero siempre será recordado por su invaluable aporte a la Institución.
William Henry Torres Lugo ingresó a la Universidad Central el 27 de junio de 1998 como profesor de cátedra de la Facultad de Ciencias Empresariales y Jurídicas. En el año 2002, se vinculó como profesor a tiempo completo de la Facultad y, al cabo de un tiempo, asumió el encargo como director del programa de Administración de Empresas, donde se mantiene hasta el día de hoy.
El profesor William Henry nos comparte un mensaje de agradecimiento, en el que hace un sentido recorrido por su trayectoria en la Universidad:
Apreciada comunidad de la Universidad Central:
El día que llegué a la Universidad se abrió un nuevo panorama en mi vida, en el cual descubrí mi pasión por formar gerentes, acompañar a emprendedores y asesorar empresas.
También inicié mi proceso como académico (venía de ser ejecutivo empresarial) y, con ello, la necesidad de fortalecer conocimientos, recorrer el camino de la investigación y la intervención, lo que demandó formarme como magíster y luego como doctor, y la Universidad me apoyó en estos procesos.
Estos 26 años y medio han sido fabulosos, por mi aprendizaje y evolución hasta llegar a la dirección del programa y, con ello, consolidar un excelente equipo de trabajo. Durante mi recorrido en la Universidad me fue posible hacer parte del equipo que transformó el plan de estudios y el Proyecto Académico del Programa en cuatro oportunidades (registros calificados) y desarrollar el proyecto de la reforma académica del programa que se implementará el año entrante.
Con el equipo de trabajo actual desarrollamos el documento de autoevaluación con fines de acreditación que próximamente se presentará al MEN y la participación en el proceso de apertura del nuevo programa virtual. Estos frutos que hemos cosechado en este tiempo en la Institución me permiten decir: Gracias, Universidad Central, por la acogida, la formación y apoyo durante estos años.
Un fraterno saludo,
William Henry Torres Lugo
De igual manera, sus compañeros le envían palabras de agradecimiento:
Querido profesor William Henry, en este poco tiempo que pude compartir con usted, desde el programa de Derecho y usted en el de Administración, pude observar grandes calidades humanas en usted. Una persona servicial, colaboradora, dispuesta a dar más, así fuera una sonrisa, un saludo, hasta una asesoría o un concepto en sus áreas de experticia.
Atentamente,
Prof. Carlos Mario Dávila
Hoy nos despedimos de tu etapa laboral, pero no de la huella que dejas en la UCentral.
Aunque te extrañaremos, sabemos que ahora comienza un capítulo lleno de nuevas oportunidades.
¡Disfruta cada instante de esta nueva etapa!
Con cariño,
José Manuel Sánchez Martínez
Estimado profesor William Henry,
En el mes de diciembre, llegará el momento del disfrute de su muy merecida pensión, un hito que marca el cierre de una trayectoria ejemplar en nuestra Facultad y en la Universidad Central. Su valiosa labor durante todos estos años ha dejado una huella profunda en nuestra Institución, tanto en el ámbito académico como en el personal.
Quiero expresarle mi más sincero reconocimiento por su destacada dedicación, compromiso y aportes significativos que han contribuido al crecimiento y fortalecimiento de nuestra comunidad universitaria. Su legado, profesor, no solo se refleja en los proyectos que impulsó y en los conocimientos que transmitió, sino también en las vidas que tocó con su generosidad y profesionalismo.
Con este mensaje, le hago llegar mi más profundo agradecimiento, junto con los mejores deseos para esta nueva etapa que comienza. Sabemos que, aunque culmina su vínculo laboral, su espíritu y enseñanzas permanecerán siempre presentes entre nosotros.
Este no es solo un cierre, sino también el inicio de una nueva etapa llena de oportunidades para disfrutar los frutos de su esfuerzo, explorar nuevos horizontes y dedicar tiempo a aquellos proyectos personales que seguramente llenarán de alegría y satisfacción su día a día. Estoy seguro de que esta nueva fase será tan inspiradora y significativa como lo ha sido su labor en nuestra Universidad.
Con aprecio y admiración,
Luis José Ribero Tobar
William Henry: las canas lucen en la cabeza cuando se ha vivido con la frente alta.
Felicitaciones y que su nueva vida sea de una cosecha diferente.
Walter Abel Sánchez Chichilla
Profe William Henry, ante todo le agradezco por confiar en mi experiencia y conocimiento porque gracias a su confianza y apoyo ahora soy parte de la Universidad Central, a la que usted deja un legado invaluable. Estoy seguro de que su ejemplo permitirá que nuevas generaciones de docentes y directivos aporten al crecimiento continuo de esta, que seguirá siendo su casa.
Óscar Javier Díaz Palacios
Apreciado profesor William Henry:
La vida es un camino con paradas deseadas y otras inesperadas. Aquí nos puso el destino en este viaje para ser transformadores de vidas y para transformar las nuestras propias.
Gracias por todas sus bondades y disensos en función de la educación de muchas generaciones de estudiantes, aquí y en otros centros educativos. Como indica el poeta del Camino a Ítaca:
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Pienso que todos los que lo conocemos estamos claros de haber vivido múltiples experiencias enriquecedoras en su largo paso por nuestra alma mater. Luego nos ilustra Kavafis:
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Cumplido este ciclo en este puerto educativo, el camino todavía es largo y lleno de nuevas experiencias que sabrá atesorar con la paciencia del santo Job, que tanto le acompaña.
Finalmente, el vate nos enseña:
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Éxitos en los nuevos emprendimientos y recuerde que habrá muchas Ítacas.
Abrazos fuertes y saludos.
Fabio Raúl Trompa Ayala
Estimado William,
Hoy, cuando culminas un ciclo laboral con la Universidad, quiero manifestarte mi respeto y admiración por tu trabajo y por tus cualidades humanas. Espero de todo corazón que esta nueva etapa de tu vida te traiga muchas satisfacciones para ti y todos los tuyos.
Un abrazo,
Lucy Elizalde
Profesor William Henry, no es un adiós, ¡es un hasta pronto!
Llegó el momento de mirar atrás y ver con satisfacción lo que has logrado en esta, tu casa, por muchos años… ¡Llegó el momento de disfrutar de una nueva aventura!
Siempre te recordaré con mucho respeto y cariño,
Edith Mateus A.
Respetado William, quiero darle infinitas gracias porque, sin lugar a dudas, su influencia trasciende el aula; es usted un verdadero agente de cambio.
Recuerdo mucho cómo en su clase de Evaluación de Proyectos de la Facultad de Administración (2001), de esta misma Universidad, me enseñó a pensar en los negocios; y de la experiencia en Rathzel aprendimos de cómo unos resultados, que en ese momento eran los secundarios, serían los primarios (las personas).
Cuando pensamos en generar valor en las organizaciones, estamos generando valor para las personas; y entonces entiendes, como dice Henry Kissinger en su libro Liderazgo que “se necesita liderazgo para ayudar a las personas a ir desde donde están a donde nunca han estado, a veces, a donde apenas imaginan que pueden llegar”. Vienen a mi cabeza, de manera inspiradora, sus palabras diciendo: “Solo piense en las personas en las que está influyendo y lo que tiene que hacer para llegar cada día”, esfuerzos que se vuelven invaluables y que de usted aprendí que deben ser considerados día a día.
Durante estos ocho años de labores académicas, siempre llega a mi cabeza lo aprendido con usted en el aula, en Rathzel, en los cafés y en las infinitas tertulias.
Gracias, muchas gracias, por ser un eterno profesor e influir en mi carrera profesional, mis compañeros de antaño y los estudiantes del presente.
Ricardo Maldonado Carrizosa
Apreciado profesor William Henry:
Este es un momento muy especial, uno que marca el inicio de una nueva etapa en tu vida y el cierre de un capítulo lleno de logros, dedicación y excelencia profesional. Es inevitable sentir emociones encontradas al verte dar este paso tan significativo, pero, sobre todo, siento un profundo agradecimiento y admiración por todo lo que has representado en nuestra Institución y para quienes hemos tenido el privilegio de trabajar a tu lado.
A lo largo de tu trayectoria, has sido un ejemplo constante de compromiso, profesionalismo y pasión por lo que haces. Tu contribución no solo ha dejado una huella imborrable en nuestro programa, sino también en toda la Universidad, donde tus logros y reconocimientos hablan por sí mismos. Has sido una pieza fundamental en el crecimiento de esta Institución, y tu legado será recordado por mucho tiempo.
Para mí, personalmente, ha sido un honor y un aprendizaje invaluable trabajar contigo. Tu liderazgo cercano, tu apoyo constante y tu capacidad para inspirar han hecho de cada día una oportunidad para crecer, no solo profesionalmente, sino también como persona.
Gracias por tu paciencia, tu confianza y, sobre todo, por enseñarme que un buen ambiente laboral se construye con respeto, colaboración y dedicación.
Aunque te extrañaremos en el día a día, me alegra saber que esta nueva etapa te permitirá disfrutar de los frutos de tanto esfuerzo. Estoy segura de que llevarás contigo la misma energía y pasión que siempre has demostrado, y que seguirás dejando una marca positiva en todo lo que emprendas.
Te deseo todo el éxito y felicidad en esta nueva etapa. Gracias, de todo corazón, por todo lo que has compartido y construido con nosotros.
Con gratitud y admiración,
Sandra Orduña
Estimado profesor William Henry,
Muchísimas gracias. Este mensaje es una expresión sincera de lo conmovido que me siento al llegar el momento de despedirnos. En este tiempo he aprendido muchísimo de usted, desde que fue mi profesor cuando yo era estudiante, hasta ahora, como colega y parte de la directiva. Ha sido un verdadero privilegio vivir este proceso de aprendizaje y crecimiento bajo su guía.
Le agradezco profundamente la confianza que depositó en mí y estoy convencido de que este camino continuará lleno de aprendizajes. Ha sido un honor compartir con usted no solo espacios de trabajo, sino también momentos de humor, conversaciones y reflexiones que siempre llevaré conmigo.
Le deseo muchos éxitos y bendiciones en todo lo que venga. Gracias, profesor William, por todo lo que ha significado en mi vida profesional y personal. Sigamos adelante con el mismo entusiasmo y compromiso.
Un saludo muy especial,
Miguel David Castillo Alarcón
Estimado profesor William:
Hoy finaliza una etapa en tu recorrido por la Universidad, en el que has demostrado dedicación, esfuerzo y un compromiso ejemplar a lo largo de varios años. Con el final de este, también empieza una nueva etapa en tu vida, llena de oportunidades, aventuras y momentos especiales para compartir con tus seres queridos.
Agradezco todos los conocimientos que me compartiste, tu apoyo incondicional y la dedicación que siempre mostraste en tu trabajo. Un abrazo fuerte, mis mejores deseos y muchas bendiciones.
Karen Villamil
Apreciado profesor William Henry: una meta cumplida, una parte más del camino. Que el fin de esta etapa sea la prolongación de tus sueños.
Un abrazo.
Ena Yuritze Barón López
Dr. William Henry
Como colega de trabajo expreso mi reconocimiento a las grandes capacidades que usted demostró en su campo profesional en la Dirección del programa de Administración de Empresas. Siempre estuve atento a aprender de sus intervenciones y sugerencias.
Adicionalmente, su carácter jovial y colaborativo fueron un ejemplo para mis actuaciones. Sé de sus aportes en múltiples campos de la Universidad y, dadas las circunstancias de su retiro, espero que la Institución encuentre la oportunidad de seguir aprovechando sus competencias y habilidades.
Personalmente, siempre encontrará en mí a una persona que lo aprecia y admira.
Mi mano amiga hoy y siempre.
Atte.
José Vicente Barreto Rodríguez