Nuestra Reforma Académica
La Reforma Académica es un ejercicio de reflexión que se realiza en una entidad de orden académico o en una institución universitaria, con el objetivo identificar los elementos necesarios para alcanzar determinados logros y objetivos, a través de estrategias y propuestas que se deben documentar, discutir y aprobar, para luego ser implementadas. Durante la fase de implementación se establecen tiempos de desarrollo para poner en marcha las estrategias acogidas por la institución y su comunidad.
Una reforma tiene un carácter académico cuando no solamente se revisan los aspectos relacionados con la estructura de los planes de estudio, sino cuando también, como en el caso de nuestra Institución, se busca fortalecer la articulación entre las funciones misionales de la Universidad: la docencia, la investigación y la interacción social. Esto quiere decir que no se enfoca solamente en examinar los componentes formativos actuales, sino en revisar otros aspectos transversales del quehacer de la Universidad, ejercicio que puede generar, o no, cambios en la estructura organizacional.
En el caso de la Universidad Central, la Reforma no pretende transformar el Proyecto Educativo Institucional (PEI); por el contrario, se espera que a través de este proceso se profundice en las apuestas que están contempladas dentro del PEI actual.
De acuerdo con el doctor Óscar Herrera Sandoval, vicerrector académico de la Universidad Central, la Reforma corresponde a una etapa en la historia de la Institución, en la que, dando continuación al proceso iniciado en el momento que se construyó y estableció el PEI en 2001, y a la consiguiente reestructuración orgánica y creación de las tres facultades actuales durante 2004, se quiere pensar de manera integral las condiciones de la Universidad.
En esta nueva etapa, los análisis buscan fortalecer la Institución y tomar decisiones estratégicas que conduzcan al cumplimiento de los retos planteados por el contexto local y nacional, y de las apuestas que estableció la Universidad para sí misma desde el PEI.
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Porque el Plan de Desarrollo Institucional 2016-2025 (PDI) señala nuevos retos, que, a pesar de estar relacionados con el PEI, no corresponden o coinciden del todo con los retos en él establecidos, por lo que deben ser revisados e interpretados para luego ser implementados.
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Por los diversos cambios que se han presentado en los últimos años en el ámbito global, en las dinámicas de la educación superior y en las nuevas tecnologías, que hacen necesario repensar el quehacer de la Universidad en los próximos años, en función de una mejor formación de nuestros profesionales.
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Por los cambios significativos que se han presentado en los últimos años en el ámbito nacional, especialmente los que se han producido en torno al acuerdo de paz, que deben tenerse presentes en los procesos de formación de los estudiantes en vista de su relevancia, no solo para el país, sino para el mundo en general.
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Por los acontecimientos que han ocurrido en el entorno institucional, entre los cuales cabe destacar los hallazgos y resultados obtenidos en el ejercicio de autoevaluación, desarrollado en el marco del proceso de acreditación institucional, que se deben revisar y transformar a fin de proyectar nuevos rumbos de fortalecimiento para la Universidad.
Según lo planteado por el profesor Mario Díaz durante la jornada “La Universidad Central se piensa”, que se realizó el pasado 23 de abril, la construcción de la Reforma Académica de la Universidad debe desarrollarse en tres niveles fundamentales: conceptual, metodológico y procedimental, cuya interrelación resulta primordial para el diseño e implementación integral de la misma.
Nivel conceptual: Este nivel abarca la revisión de las políticas y los objetivos contemplados en el PEI, con miras a identificar cuáles son las mejores estrategias para desarrollarlos y qué aspectos de este deben ser tratados en profundidad en busca del mejoramiento continuo. Todos estos elementos presentes dentro del PEI, una vez revisados y discutidos, serán contrastados con las preguntas problematizantes y las acciones planteadas en nuestro Plan de Mejoramiento Institucional (PMI), para definir con precisión cómo se debe avanzar hacia el nivel metodológico de la Reforma.
Nivel metodológico: A partir del ejercicio conceptual desarrollado en el punto anterior, se establecerán las rutas y estrategias para desarrollar la Reforma, así como los principales puntos que deben trabajarse, y se identificarán las fuerzas implicadas en este proceso de transformación institucional. En este nivel se van a abordar temas como la educación virtual, la investigación, la formación humanística y ética, la interacción social y la regionalización, entre otros.
En este nivel metodológico se elaborarán documentos síntesis que recogerán las reflexiones más significativas adelantadas en el marco de los ejercicios de discusión conceptual y se combinarán sesiones de seminario, con talleres y laboratorios de diseño , en los que se espera discutir y puntualizar las maneras en las que se implementarán los elementos anteriormente señalados, mediante acuerdos o normas . Este proceso metodológico se desarrollará aproximadamente durante un año o un año y medio.
Nivel procedimental: Se refiere al proceso para implementar esta Reforma en la Universidad, el cual, está previsto que podría llevarse a cabo en un periodo de cinco a seis años.
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A través de la Reforma Académica, será posible visibilizar más a la Universidad en el medio externo.
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La Reforma Académica de la Universidad Central permitirá que, como comunidad unicentralista, sigamos avanzando hacia los retos del futuro y contemos con las herramientas para consolidarnos como Institución a través del tiempo y sus cambios.
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Aparte de ser un ejercicio de reflexión de la Universidad, la Reforma servirá para reflexionar de manera individual, como miembros de esta comunidad, sobre cómo podremos mejorar nuestras labores, y responder a las dinámicas y exigencias planteadas por el contexto externo.
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El desarrollo de la Universidad beneficiará a todos e impactará a la comunidad de una manera positiva; además, se podrá obtener mayor provecho del entorno en el que desarrollamos nuestras actividades, ya que este estará más articulado con las realidades locales, nacionales y globales.
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Los procesos de formación tanto de los estudiantes como de los profesores, se verán impactados de manera positiva y consistente.
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La investigación generada al interior de la Institución será de mayor pertinencia para el contexto externo.